San Pedro Sula. “Retenciones a los cafetaleros por cada quintal de café han servido para su propio beneficio, nosotros jamás nos hemos quedado con nada”, aseguran directivos del Instituto Hondureño de Café (Ihcafé).
Como respuesta al escrito es que publicó la semana pasada, en diversos medios de comunicación la Asociación de Exportadores de Café de Honduras (Adecafeh), donde se denunciaba la supuesta pretensión del Ihcafé y un tostador nacional de proponer la retención de 4 libras del aromático a los caficultores.
“Con esa retención pretende (el Ihcafé) financiar la mora y la mala administración del programa de fertilizantes y de otros programas”, señaló la Adecafeh en un campo pagado.
En la actualidad se quita a los productores un impuesto de $4.25 y se le retienen $9 por cada quintal de café, este último es devuelto a final de cada cosecha. Sin embargo, los exportadores cuestionan dónde están los intereses de esas retenciones que hace el Ihcafé y que según sus cálculos rondan los L1,000 millones.
Ihcafé niega nueva retención
Guillermo Saldivar, directivo del Ihcafé desmintió que exista la intención de aplicar una nueva retención a los caficultores.
“No es cierto. En ningún momento hemos tocado ese tema en la institución. Ese es un escándalo inventado por los exportadores para llamar la atención y demeritar nuestros señalamiento porque están pagando el quintal de café a un precio muy bajo, como si el precio internacional estuviera ha $150 y no $203.55. Ellos juegan con los precios, ojalá que los exportadores se pongan la mano en la consciencia y dejen de engañar a los cafetaleros”, manifestó.Apuntó que con las retenciones lo único que se busca es beneficiar a los productores, ya que el dinero es para sostener proyectos que impulsan la producción nacional, entre ellos, está el programa de fertilización que mueve más de L1,000 millones en producto que se dan al crédito a los productores, sin intereses.
“Solo si no paga al pasar la cosecha, se cobra interés.”, afirmó.
Otro de los proyectos que tiene el Ihcafé son los financiamientos para pequeños productores.
“Bajo este programa ayudamos cada año a cerca de cuatro mil cafetaleros, con préstamos, los cuales se pagan en siete años y sin ningún interés. Cada préstamo es de L20,000 para que los productores puedan sembrar más de una manzana”.
Al menos el 80% de los cafetaleros hace uso del fideicomiso que se da con el dinero que se recoge de la retención de los $9, asegura Saldivar.
“Es por eso que la producción se ha incrementado, si no ya hubiera desaparecido el parque cafetalero. La ayuda que da la institución es invaluable.El Ihcafé creó las variedades lempira, ihcafé-90 y otras plantas resistentes a la roya que están sirviendo para mantener la producción del grano; lo que pasa es que para eso se necesita mucho dinero, porque hay que subsidiar los siete centros experimentales”.
De los $4.25 que se retienen por quintal, $2.75 son por el costo del certificado de café, que ayuda a sostener al Ihcafé y otras asociaciones; $1 por deuda de los cafetaleros con el Gobierno; $0.50 para abonar al pago de los $20 millones que prestó Taiwan a los cafetaleros, detalló el directivo.
“Con el Gobierno tenemos una deuda de L650 millones, que fueron prestados entre los gobiernos de Rafael Callejas y Carlos Flores, en tiempos de crisis del sector cafetalero”, dijo.
Quieren eliminar retención
Abel Benítez, diputado al Congreso y productor de café, dice que los caficultores ya no pueden seguir sosteniendo tanta retención, es por eso que a inicios de este año presentó junto a otra diputada un anteproyecto de Ley para derogar el decreto 152-2003 que se aprobó el 17 de septiembre de 2003, donde se permite la retención de los $9.
“El dinero de fideicomiso lo entregan muy tarde, además nunca hemos visto ningún beneficio. El sector cafetalero está impulsando una idea de tener una gremial independiente, que no tenga ningún vinculo con las organizaciones actuales”, puntualizó.
Discrepancias
Las retenciones tienen dividos a los caficultores.
Heriberto Rodríguez, productor de café del municipio de San Luis, en Santa Bárbara, dijo estar inconforme con las retenciones actuales.
“Nosotros gastamos aproximadamente L10 mil en el mantenimiento de las fincas cada año. A eso hay que sumarle las retenciones. Nuestras ganancias son mínimas. Ese dinero que nos quitan podríamos invertirlo inmediatamente en los cafetales, pero debemos ir hasta Tegucigalpa muchas veces para ver si el dinero ya está habilitado”, expresó.
Por su parte, Héctor Urquía, caficultor de Santa Rosa de Copán dice que si no fuera por el fideicomiso, muchos caficultores se verían en aprietos. “Es un ahorro que se tiene a largo plazo, así lo deben entender los productores”.
