Tegucigalpa, Honduras
El sector agropecuario hondureño coincide en que las reformas fiscales con las que el país arrancó el año pueden tener un efecto desacelerador en la actividad agrícola, por lo que piden apoyo para evitarlo.
En ese sentido, Juan Valladares, presidente de los Productores de Granos Básicos (Prograno), indicó que el aumento al precio del combustible afecta directamente en la producción de granos básicos del país. “Es un efecto directo para la producción de los granos básicos, porque hay un incremento de cinco lempiras más por el galón de diésel, y nuestra maquinaria agrícola se mueve con diésel”, manifestó Valladares.
El productor, explico que con el aumento al precio de los carburantes aumentan los costos de producción y eso afectará también al consumidor final. “También afecta directamente al consumidor porque los costos de producción van a subir y los granos básicos van a tener un incremento. La población en general que consume, va ha comprar los productos más caros, y nosotros además de productores también somos consumidores”, expuso.
Ante esta situación, el presidente de Prograno visualizó un descenso del 50% en la producción de los granos básicos para este año.
Ganaderos también afectados
Jorge Handal, presidente de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Sula (Agas), también consideró un impacto directo al rubro por el aumento al combustible y el ajuste al recibo de energía eléctrica.
“El paquete de medidas fiscales nos afecta directamente; por ejemplo en la ganadería de leche, la energía eléctrica es fundamental para mantener la leche, también en la agricultura necesitamos mover los tractores, por lo que el incremento que se le hizo al combustible, que anda en cinco lempiras nos afecta”, dijo.
Además, indicó que tanto en las plantas de leche como en las granjas de pollo no solo es el incremento del combustible, sino que se le suma el ajuste por combustible en el recibo de pago de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee), además del incremento que se le hace cada semana a los carburantes.
Luego explicó del incremento del 3% al impuesto sobre ventas, que aumenta el costo de los repuestos de las maquinarias utilizadas en el campo.
Piden apoyo
Handal dijo que el rubro necesita varios tipos de apoyo, entre ellos préstamos que sean a largo plazo e intereses no tan altos y en el caso de ganado de leche se necesita una repoblación, ya que está desapareciendo.
De igual manera dijo que en el sector agricultor debería de existir sistemas de riego por gravedad, ya que es más conveniente.
SAG evalúa impacto
Jacobo Regalado, ministro de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, dijo que aun se están evaluando los efectos que tendrá el paquete de medidas fiscales en el sector.
“Las gremiales, en coordinación con la Comisión de Transición están haciendo las evaluaciones sobre el impacto que pueden tener las nuevas medidas fiscales en lo que es la producción agropecuaria”, relató. Sin embargo, estimó que el impacto es directo tanto en el gravamen del precio como en el de materias primas. Ante esta situación, regalado recomendó al nuevo Gobierno, continuar y gestionar nuevos programas que beneficien el rubro. “El nuevo Gobierno debería de darles seguimiento a los programas, replicar las experiencias exitosas que se han venido dando en los últimos años, y lograr consolidar la visibilidad de mercados con diferentes rubros”, manifestó.
Finalizó diciendo que en el sector agropecuario del país, no solo se necesita apoyo financiero, sino también conocimiento. “Antes que el financiero se necesita conocimiento, me parece que después de mejorar la política agrícola del país, por eso hemos urgido con las empresas para que nos apoyen con conocimiento”.
El sector agrícola ha venido demostrando un fuerte crecimiento en los últimos cuatro años, pese a las dificultades provocadas por los fenómenos climáticos, la cambiante situación de los mercados y la crónica falta de suficiente financiamiento.
De acuerdo con cifras de la SAG, las exportaciones agropecuarias crecieron en L1,100 millones entre 2010 y 2013, mostrando un empuje que parece estar en riesgo de desacelerar.
