San Pedro Sula. Pese a que los altos niveles de deuda pública y bajo crecimiento económico han caracterizado el año 2013, el cierre para la economía hondureña no será del todo negativo y las proyecciones para 2014 permiten varios respiros, coinciden algunos expertos.
El estudio Balance preliminar de las economías de América Latina y del Caribe 2013, divulgado recientemente por la Comisión Económica para América Latina (Cepal), plantea que el bajo crecimiento de los países durante este año se debió a una mayor volatilidad financiera internacional y a la caída del consumo. No obstante, para 2014 se proyecta una expansión de 3.2% para Latinoamérica -y 3% para Honduras desde un 2.6% en 2013-, que sería influenciada, especialmente, por el incremento de la demanda externa y el alza de las exportaciones.
En el contexto nacional, la última Encuesta de opinión sobre las expectativas económicas de Honduras que realizó el Banco Central de Honduras (BCH) a diversos actores económicos establece que el índice de inflación cerraría en 2013 en 5.16%, lo que significa una disminución de 0.34% en relación con el 5.5% que se había previsto oficialmente.
También se prevé que la depreciación interanual del lempira frente al dólar cerraría en 3.8%, lo que implicaría un retroceso de 1.2% en relación con las proyecciones de los analistas económicos realizadas hace un par de meses, y de 1.7% comparado a la cifra oficial.
Para Arturo Alvarado, exministro de Finanzas, “el principal problema sigue siendo el mismo, que es el déficit fiscal, que va a superar el 6%, pero por lo menos la inflación se va a mantener en los índices que se esperaban o un poco menos”.
“Aunque las economías no van a crecer a un ritmo muy acelerado, por lo menos van a seguir por la senda del crecimiento. Este año probablemente lo que vamos a crecer es alrededor de 2.5%, que es inferior al crecimiento del año anterior, y para 2014 se pronostica un 2.8%, que es un poco mejor que este año”, agrega.
Depreciación y la confianza
Entre otros indicativos rescatables, Carlos Urbizo, analista económico, menciona que la depreciación interanual de la moneda podría concluir en 3.8%, por debajo del 4.5% que se había sido previsto oficialmente.
“Los niveles aceptables de la inflación y la depreciación medio salvan la economía. Tenemos un nivel de importaciones bastante grande y ese costo se ha mantenido en un nivel aceptable”, refiere. En el esquema de inversiones, Urbizo explica que muchos empresarios decidieron que no iban a hacer negocios porque “tuvieron miedo y no sabían lo que venía”, en relación a la inestabilidad política que generan los procesos eleccionarios. “Creo que la gente verá los próximos años con un poco más de confianza. Las ventas se estancaron y eso puede cambiar. Es positivo que terminemos el año en paz relativa”, expresa.
Luis Larach, vicepresidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), considera que tras los comicios generales del 24 de noviembre se alejó la incertidumbre de la población y la comunidad internacional. “Tuvimos mucha zozobra durante el período de inestabilidad política, pero eso queda olvidado. La transparencia de las elecciones hace que la seguridad jurídica retorne a nuestro país”, indica.
“Eso genera mucha confianza en los organismos financieros internacionales. Honduras vuelve a ser accesible”, concluye el empresario.
