24/04/2024
12:27 AM

Cafetaleros arrancan con optimismo cosecha 2013-2014

Más de 225 mil productores a escala nacional dejan atrás la mala racha de la cosecha anterior y se levantan con fuerza para reafirmarse como el rubro agrícola que más divisas le genera al paí

San Nicolás, Santa Bárbara. El pésimo estado de la carretera no impide el paso a “la tierra del junco y el café”, como describe el rótulo de bienvenida en la entrada de la ciudad de Santa Bárbara, situada a 15 kilómetros del municipio de San Nicolás y considerada una de las tres zonas más productivas de este departamento, con Colinas y Atima.

Son las 7:30 de la mañana. El trayecto a San Nicolás es impresionante. Esa tierra adentro es la milésima parte de las más de 400 mil manzanas cultivadas de café que Honduras tiene como parte de toda su riqueza productiva y que en el ciclo cafetero que termina hoy le significaron una producción de 6 millones de quintales.

Las calles de tierra, las pequeñas casas de adobe o de madera y unas cuantas de ladrillo en los alrededores, los niños y adultos que se pasean en bicicleta y los verdes, brillosos e iluminados cultivos de café forman el perfecto inicio en la experiencia de adentrarse en el cuarto departamento mayor productor de café en el país.

A unos 30 minutos de la entrada de San Nicolás está la comunidad La Balastrera, que alberga a unos 15 productores de café, entre pequeños y medianos.

Allí vive José Álvaro Cardona (60), dueño de la finca La Bendición, ubicada a unos 1,200 metros sobre el nivel del mar, con su esposa Cándida Membreño (52) y su hijo menor José Álvaro (30), quien lleva cuatro años apoyando a sus padres en el manejo de los cultivos y la administración del negocio.

Ellos forman parte de las 112 mil familias hondureñas dedicadas al cultivo, procesamiento y transformación del café.

Don Álvaro lleva 38 años dedicando sus esfuerzos al rubro y con su familia ha logrado sembrar en 15 manzanas de tierra que en la cosecha 2012-2013 le dieron alrededor de 400 quintales oro.

Sin embargo, también forman parte de las 30 mil familias perjudicadas por la embestida de la roya y la broca, que se tradujo en una pérdida total de los cultivos en 30 mil manzanas en el territorio nacional y unas 200 mil parcialmente afectadas.

Por eso, en la cosecha 2013-2014, que oficialmente empieza mañana, don Álvaro y su hijo están cultivando solo nueve manzanas con variedades Catuaí, Lempira e Ihcafé 90, pero lo harán con fe y optimismo.

“Todo lo que tenemos es bendición de Dios y vamos a luchar por más bendiciones. Nos vamos a recuperar por fe y porque seguimos los consejos de quienes saben”, dice el productor.

Una oportunidad

Para esta familia, el fuerte ataque de la roya significó también una oportunidad de darse cuenta de que su finca necesitaba una renovación en las seis manzanas de cultivos dañadas debido a la vejez y la poca resistencia de las plantas.

“Somos optimistas. En lo malo vemos lo bueno. Le digo a mi padre que vamos a tener una finca nueva, que ya no vamos a producir 400 quintales, sino que vamos a tener un rendimiento de 30 a 35 quintales por manzana. Esa es la meta de nosotros de aquí en adelante”, expresa el retoño de este matrimonio.

El joven menciona que la producción de la cosecha anterior no resultó tan estropeada porque implementaron un programa de nutrición para los cultivos y regularon la sombra.

“Por eso les digo a nuestros compañeros productores que sigan las recomendaciones de los técnicos del Ihcafé, que se dejen ayudar y vayan a capacitarse. La roya siempre va a permanecer, pero podemos controlarla”, manifiesta.

“Seamos efectivos y busquemos los medios para que las fincas se vuelvan productivas y no un gasto. Hay que innovar para mejorar los rendimientos, hay que hacer viveros, por ejemplo”, añade.

El llamado a “requintar”

Los expertos han explicado que la caída del precio internacional fue la principal razón de la disminución en la generación de divisas para el país en este rubro, que en la cosecha anterior dejó $792.4 millones, lo que representó 43% menos de los ingresos percibidos en la temporada 2011-2012.

En el ciclo que hoy termina, el precio internacional tuvo un pico máximo de $155.87 por quintal, lo que significó $76 menos que el valor máximo de la cosecha 2011-2012.

El caso de la familia Cardona Membreño no está aislado de esta situación, pero el joven Álvaro considera: “Este es el momento de ‘requintar’ (por especular). Es el año de especular. Mi fe es que en abril o mayo del próximo año va a haber buenos precios. Esperamos que por lo menos repunte a $160”.

Asterio Reyes, presidente de Ihcafé, indica que las expectativas han aumentado debido a que la economía europea ha mostrado mejor comportamiento, lo que podría mejorar el precio.

Reyes comenta que la esperanza podría sostenerse también porque Brasil, el mayor productor mundial que proyecta una producción de 60 millones de quintales para la cosecha 2013-2014, fijó el 40% de su producción para cubrir el consumo interno.

“Esto nos podría favorecer”, resalta el cafetalero, ya que abriría oportunidades de llenar esos nichos de mercado.

Para lograr ese objetivo, el dirigente recalca la importancia de conseguir los L1,900 millones que faltan para completar los L3,525 millones requeridos para la recuperación del rubro y demanda mayor atención de la banca privada a los productores que solicitan préstamos.

El café es un sector cumplidor

Rafael Delgado, presidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), capítulo noroccidental, indica que está demostrado que el crédito al pequeño productor, bien manejado, es rentable para el banquero.

“Lamentablemente, el banquero y el sistema financiero siguen bajo los mismos esquemas. La banca sigue esperando que el Gobierno preste y recibir dinero sin arriesgarse. Eso en algún momento debe cambiar”, concluye el economista.