Las finanzas de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) continúa su calvario de pérdidas sin que nadie en el Gobierno haga algo por rescatar lo que queda de la otrora institución rentable.
Ayer, un informe de la Secretaría de Finanzas cifró el déficit de la estatal en 3,249.3 millones de lempiras al cierre de 2012, lo que resulta de la baja de los ingresos corrientes, que fueron de 19,113.2 millones, menores que los gastos corrientes y gastos de capital de 22,407.5 millones.
En 2011, el déficit de la estatal eléctrica sumó 3,042.4 millones de lempiras. El aumento en el periodo analizado es de 206.9 millones de lempiras.
Inicialmente se estimó que el déficit sería de 742.2 millones de lempiras, ya que se proyectaron ingresos por 24,651.8 millones de lempiras y egresos por 23,909.7 millones.
El déficit de 3,249.3 millones de lempiras se explica por el incumplimiento que observaron variables como la venta de energía eléctrica, que aporta el 97% de los ingresos totales.
La Enee había programado recaudar 24,391.9 millones de lempiras por concepto de ingresos por facturación y lo registrado al 31 de diciembre de 2012 fue de 18,570.5 millones, lo que refleja que el nivel de cumplimiento apenas ascendió a 76.1%.
El desfase de lo recaudado respecto a la meta totalizó 5,821.4 millones de lempiras.
Generadores privados
Una de las causas del desfase entre los ingresos y los gastos de la Enee es la cantidad de recursos que destina para la compra-venta de energía a los generadores privados.
Por cada 100 megavatios de energía disponibles en el sistema de la estatal eléctrica, las plantas privadas -que producen energía con bunker, diésel, viento, agua, bagazo de caña y carbón mineral- aportan el 65%, no obstante, esa empresa pública tiene que destinar el 90% de sus entradas por facturación para cancelarle a esos proveedores.
En 2012, lo pagado a los generadores privados fue de 16,764.3 millones, o sea 90% de las entradas totales por facturación.
