El tipo de cambio del lempira respecto al dólar podría llegar a entre 21.30 y 21.50 en el transcurso del año, según como se planteen las condiciones económicas del país, vaticina el Foro Social de Deuda Externa de Honduras (Fosdeh).
Al cierre del año anterior, la moneda nacional se cotizó en 20.08 por dólar, lo que representó una devaluación de un 4.8%. Las proyecciones para el presente año es que el nivel de deslizamiento se mantenga en el rango del 5%.
“La proyección que nuestra institución plantea es que va a superar los 21 lempiras por dólar, esto significaría que se tenga el mismo ‘nivel de estabilidad’ que hay durante presente año”, expresó Mauricio Díaz Burdett, coordinador del Fosdeh.
El economista indicó, sin embargo, que este comportamiento va amarrado a las condicionantes que tenga la economía nacional, como la caída en los precios del café y los problemas generados con la roya, el estancamiento en el crecimiento de las remesas, el aumento de las importaciones en detrimento de la baja en las exportaciones y la falta de un acuerdo financiero con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con todas estas situaciones que afrontar, “la estabilidad del lempira es complicada”, reconoció Díaz Burdett.
El experto indicó que si el comportamiento de la economía fuera “normal”, la barrera de los 21 lempiras por dólar podría saltarse “entre septiembre y octubre, pero si hubiera un deterioro de exceso de importaciones, de caída de exportaciones o que no venga dinero vinculado al Fondo Monetario Iinternacional, la cifra podría subir”.
En caso que las condiciones fueran más adversas que lo planteado, el país podría estar frente a una devaluación mayor y “habrá que plantear que esa caída podría ser entre 21.30 y 21.50, pero hay que plantear que esto sería especulativo”, remarcó el economista.
Genera estabilidad
Algunos economistas plantean que tener un rango de devaluación programado genera certidumbre y estabilidad en temas como inversión y precios.
Para quienes plantean esta tesis, los inversionistas tienen mayor margen de planificación operativa al tener condiciones previstas, además que consideran que este deslizamiento de la moneda no debería influir significativamente en el costo de la vida de los hondureños, por lo que consideran que no debería generarse alarma por este nivel de devaluación.