Con una moneda rozando la barrera de los veinte lempiras por dólar y diversos fenómenos como la fuga de divisas y la conversión de una moneda a otra, el proceso devaluatorio afecta la vida de todos los hondureños.
No existe consenso en cuanto a la necesidad de modificar la política monetaria, pero en algo en que los analistas están de acuerdo es en que mientras el país no incremente considerablemente sus exportaciones y reduzca la brecha comercial, el proceso devaluatorio seguirá su curso.
LA PRENSA consultó a connotados analistas sobre este tema que afecta a toda la población.
Gabriela Núñez. Para la exministra de Finanzas, las condiciones actuales del país obligan a mantener un tipo de cambio flexible, pero el Gobierno debe hacer más por reducir el gasto.
-¿Es necesario revisar la política monetaria del Gobierno?
El Banco Central debe recomendar al Gobierno cuáles son los límites que puede soportar la economía para que pueda mantener una política monetaria prudente, creo que en eso hace falta un poco, una posición más clara y exigente en cuanto al nivel de gasto público.
-Algunas personas cambian sus lempiras a dólares ¿que repercusiones tiene ese fenómeno?
Cualquier persona puede demandar dólares; eso es producto de la incertidumbre de las personas con capacidad de convertir sus lempiras en dólares y es una manera de protegerse de los riesgos eventuales que pudieran presentarse en la economía nacional.
-Hay quien lleva sus dólares fuera creando fuga de divisas, ¿qué incentivo se les puede ofrecer para mantener ese dinero en el país?
Los únicos incentivos son confianza y tasa de interés, y si no se tiene ni lo uno ni lo otro, la gente tiende a protegerse, aunque los datos de depósitos en moneda extranjera se han mantenido en un 30%, no ha variado mucho. Todavía existe relativa confianza.
-¿Qué pasaría si se volviese a decretar un tipo de cambio fijo como sugieren algunos economistas?
Mientras el país no continúe una acumulación de reservas internacionales y mantenga un férreo control del gasto público, sería una medida que no sería sostenible, de manera que a corto plazo la obligación del Gobierno es reducir el gasto corriente e improductivo.
-¿Qué implicaciones tiene para la economía en su conjunto el proceso de depreciación de la moneda?
Los ganadores serían los exportadores, los que reciben remesas o los que venden con precios en dólares; los perdedores serían los importadores, los prestatarios con deuda en dólares. Lo que preocupa es el nivel de reservas internacionales.
Jorge Bueso Arias. El reconocido banquero copaneco considera que los objetivos de la política monetaria no se han alcanzado, por lo que las autoridades debieran volver al tipo de cambio fijo.
-¿Es necesario revisar la política monetaria del Gobierno?
Hay que estar en el Gobierno para responder con certeza. Se dice que para estimular las exportaciones hay que devaluar el dinero y yo no creo en eso. Son diferentes argumentos, pero la verdad es que con la devaluación controlada no sabemos adónde vamos a llegar.
-Algunas personas cambian sus lempiras a dólares ¿que repercusiones tiene ese fenómeno?
Están haciendo así porque además de los intereses en lempiras, crecen un 5% más por año.
Pero mucha gente lo está haciendo más que nada por el temor a una devaluación más rápida del lempira y están seguros que en dólares sus ahorros se mantienen.
-Hay quien lleva sus dólares fuera creando fuga de divisas, ¿qué incentivo se les puede ofrecer para mantener ese dinero en el país?
Es una cuestión de confianza. La gente tiene que confiar en el país y en el sistema monetario. Si no confían, por más que se les hagan ofertas, (las divisas) se van. Por otro lado, si confían, pueden traer más (divisas) que puedan tener afuera.
-¿Qué pasaría si se volviese a decretar un tipo de cambio fijo como sugieren algunos economistas?
Con un tipo de cambio fijo ya sabríamos cuánto vale el lempira en relación al dólar. Yo he dicho que cuando el tipo de cambio llegue a veinte lempiras (por dólar), que allí se pare (la depreciación de la moneda), lo que equivaldría a dolarizar la moneda.
-¿Qué implicaciones tiene para la economía en su conjunto el proceso de depreciación de la moneda?
Los que reciben remesas se benefician, pero para los importadores es todo lo contrario, porque les toca pagar más y en fuertes cantidades, esto lo que hace es encarecer la mercancía porque prevén que cuando vuelvan a comprar les tocará comprar más caro.
Ana Cristina Mejía. La expresidenta de la Comisión de Bancos y Seguros opina la fuga de capitales se da por una combinación de impuestos y coyuntura electoral.
-¿Es necesario revisar la política monetaria del Gobierno?
El efecto en las reservas es consecuencia de una demanda extraordinaria, a su vez consecuencia de la incertudumbre y los impuestos. No es realmente culpa de la política monetaria, sino de otros factores externos y el efecto se refleja en las reservas.
-Algunas personas cambian sus lempiras a dólares ¿que repercusiones tiene ese fenómeno?
Es un poco de incertidumbre que las personas ahorran en moneda extranjera para protegerse de un evento que pudiera suceder en el futuro, y es un fenómeno que se presenta cerca de los ciclos electorales, porque el cambio de administración implica cambio de políticas.
-Hay quien lleva sus dólares fuera creando fuga de divisas, ¿qué incentivo se les puede ofrecer para mantener ese dinero en el país?
Ese fenómeno fue causado por la introducción de la tasa de seguridad que encareció bastante las transacciones financieras, sobre todo para empresas que tienen mucho movimiento de caja. Con la facilidad de hoy, las empresas pueden manejar su caja fuera del país.
-¿Qué pasaría si se volviese a decretar un tipo de cambio fijo como sugieren algunos economistas?
El régimen cambiario que los países adoptan es consecuencia de la estructura de su comercio exterior, y en ese sentido, no podemos tener un tipo de cambio fijo hasta que logremos una relación de transacciones que sea favorable y nos permita excedentes.
-¿Qué implicaciones tiene para la economía en su conjunto el proceso de depreciación de la moneda?
No es tanto el valor en cuanto al dólar lo que es relevante, sino la tasa a la cual se deprecia el lempira por período. Eso es lo que toman en cuenta los comerciantes para fijar los precios, siempre que la devaluación se mantenga a un nivel razonable y previsible.
