La aspiración de los productores nacionales es desplazar a Colombia como segundo café sobresaliente, suave, de taza limpia, con acidez relativamente alta, cuerpo balanceado, aroma pronunciado y un perfil sensorial de excelente calidad, los rangos específicos de altitud en sus cultivos pueden superar los 2,000 metros sobre el nivel del mar (msnm).
Mientras, los cafés hondureños tienen acidez muy fina, que es una calidad que se aprecia en el mercado internacional, y que se origina por la altura donde fueron cultivados, que sobrepasa los 1,200 msnm. El colombiano Luis Fernando Botero, director ejecutivo del Comité de Cafeteros de Antioquia, y quien visitó recientemente el país, no descarta que Honduras llegue al nivel que se propone.
“No nos cabe la menor duda que pueden lograrlo (superar las exportaciones de Colombia), vemos que aquí hay un esfuerzo grande, tienen una dirigencia comprometida y muy bien organizada, eso es vital para tener éxito en la producción.
La aspiración es justa, y no es preocupación para nosotros, vemos con mucha complacencia que Honduras se va posicionando cada vez más como un país de excelente calidad en el grano”, declaró el colombiano.
Por otro lado, recomendó que debe haber precaución con los riesgos que corre el café, “las amenazas del café son las mismas, hay que realizar un control de plagas mediante un manejo de alertas tempranas, hay que hacer un control preventivo con los fungicidas y hay que trabajar muy duro en el tema de calidad.
En eso tenemos similitud de intención tanto en Colombia como en Honduras”, comparó.
Buscan recuperar terreno
Aunque la intención es desplazar a Colombia, la caficultura de ese país también está haciendo importantes esfuerzos para recuperar los registros por 11 millones de quintales que cayeron desde hace tres años a consecuencia de las lluvias que azotaron al país.
Por otro lado, se debe considerar que Colombia está superando a Honduras en cuanto a tecnología, lo que les ha permitido desarrollar nuevas variedades de café. “Esa variedad se llama Castillo, es resistente a una de las plagas más complicadas que tiene el café, que es la roya; del total de hectáreas sembradas, que suman 920 mil, más de 400 mil están sembradas con esta variedad, por tanto en un futuro solo nos dedicaremos a otro tipo de tareas como cuidar la calidad”, detalló Botero.
Los colombianos también están haciendo un intenso programa de renovación de cafetales; en 2011 alcanzaron las 117 mil hectáreas renovadas, por lo cual dentro de tres años recuperarán 300 mil hectáreas, cuya producción competirá con la de Honduras.
“Deben preparar a los corteros para ir al campo”
La mano de obra en los campos cafetaleros es una de las prioridades para los colombianos, por lo cual durante años han desarrollado programas para capacitarlos.
El colombiano Luis Fernando Botero detalló que su país no tiene problemas de mano de obra debido a las buenas condiciones de vida que ofrecen a los cortadores de café, lo cual recomienda imitar a los productores hondureños.
“Hemos hecho un esfuerzo muy grande para mejorar las condiciones de vida, como darles un lugar digno para la vivienda y lograr mejor paga para estos recolectores”, afirmó el cafetalero.
Los colombianos además preparan a los corteros a través de las cooperativas de caficultores para mejorar las técnicas del corte.
“Hay unos cursos a través de las mismas instituciones cafeteras, no es difícil preparar la mano de obra, pero se debe hacer el esfuerzo sobre todo de brindarles las condiciones humanas en las fincas”, reiteró.
Los expertos aseguran que la actual bonanza cafetalera puede servir para hacer esas mejoras.
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