Los altos precios del café en el mercado internacional tienen motivados a los productores del grano y desde ahora pronostican que la bonanza continuará en los próximos años, logrando que el país pase de la posición seis como mayor productor en el mundo al cuarto peldaño, dejando atrás a Guatemala e India.
Emilio Medina, reconocido productor de café y presidente del Beneficio de Café Montecristo, Becamo, dio a conocer a LA PRENSA sus apreciaciones sobre el futuro del cultivo, que le ha dejado más de 1,200 millones de dólares en divisas al país en el último año.
¿Cómo percibe el futuro del café hondureño después de esta cosecha histórica?
Efectivamente, está por cerrar una cosecha histórica; para el 30 de septiembre estimamos que andará en 5,250,000 quintales y significará un ingreso histórico de 1,350 millones de dólares. Si tomamos las cifras del 11 de agosto, comparadas con la cosecha del año anterior, hay un incremento del 26% en las ventas.
Eso significa que el Ihcafé (Instituto Hondureño del Café) y los productores están mejorando su productividad por área.
Además, desde ahora se alistan siembras nuevas de miles de hectáreas y por eso proyectamos que en los próximos dos años Honduras producirá seis millones de quintales y a nivel mundial nos lograremos ubicar en la posición cuatro o cinco en producción, sobre países como Guatemala e India.
¿Qué factores han sido determinantes para lograr el auge en las exportaciones de café?
Nunca habíamos visto estos precios del saco de café a 300 dólares sostenidos. Recuerdo que por las sequías en Brasil en 1996 y los problemas climáticos en Colombia hubo subidas a 276 dólares, pero duraron sólo horas. Tenemos más de un año que en el mercado subió de 160 a 310 dólares el saco; eso significa que está sostenible.
¿Por qué? En primer lugar, en Colombia han tenido problemas climatológicos, plagas, pero un factor que ha sido determinante es el consumo; por primera vez en la historia del mundo del café hay un balance entre oferta y demanda y se estima que, así como va la economía mundial y así como van los países promocionando el consumo, en 2019 ó 2020 habrá un déficit de alrededor de 30 millones de sacos y esto significa que necesitaremos más producción para países como India, Rusia y China, que están consumiendo más.
¿Está preparado Honduras para hacerles frente a eventualidades como el cambio climático?
En los últimos años hemos tenido inviernos normales. Hace unos 15 años ocurrió un invierno muy fuerte que afectó duramente al sector. Nadie sabe lo que va a ocurrir con la naturaleza en los próximos años, pero la historia nos dice que estamos bien ubicados en esa parte.
Además hay que tomar en cuenta que Honduras está estratégicamente ubicado, tiene áreas productivas y hectáreas libres para cosechar café sin perjudicar los pinares y las montañas.
¿De qué manera afectará la incursión de China en el mercado cafetalero?
China está entrando a producir, pero produce muy poco. Sin embargo, el consumo de este país es un potencial que tenemos sobre la mesa.
Cuando los chinos decidan realmente consumir o cambiarse al café, definitivamente no habrá suficiente grano en el mundo para abastecerlos. Esto sería beneficioso para nosotros.
¿Adónde se debe apuntar para lograr mayor calidad del grano?
Tenemos que seguir los programas y procesos que el Ihcafé ha dado a los productores, como el programa Taza de Excelencia.
Debemos controlar más el proceso e invertir más en maquinarias de secado para que el café mantenga su calidad estable. Una secadora de café con su horno cuesta unos 60,000 dólares, las máquinas clasificadoras electrónicas oscilan entre 65,000 y 120,000 dólares.
¿Cómo ha cambiado el panorama para los exportadores tras esta cosecha?
Nos han complicado un poco porque necesitamos controlar más los riesgos como el robo, porque el café se vuelve un producto atractivo para la delincuencia.
Hemos tenido que invertir más en seguridad y en mejoras de las plantas. En el sector exportador se han invertido unos 30 a 40 millones de dólares en los últimos dos años.
¿Qué puntos tiene que reforzar el sector cafetalero?
Uno de los puntos débiles es poner impuestos para el sector. En esta cosecha se trató de poner una cuota de 4.6% de las exportaciones para el mercado nacional a un cierto precio, lo cual es ilegal.
El impacto hubiera sido de 160 millones de lempiras en pérdidas para los que se dedican al sector.
No debemos permitir que esto ocurra ahora que los productores lograron un negocio digno. Es el momento de lograr que el caficultor se capitalice.
¿La crisis en Estados Unidos podría afectar al sector?
Lo que podría ocurrir es que, debido a una crisis económica, el ama de casa o cualquier consumidor podría cambiarse a un café de menor precio. No creemos que haya disminución en el consumo.
Los que podrían sufrir son los cafés especializados; por ejemplo los que se venden el sitios como Starbucks, que tienen un costo mayor. Por tanto, una de las salidas podría ser una reducción de costos al consumidor para atraer su atención.
El mismo efecto podría ocurrir en Honduras. Por eso es necesario tener una campaña para lograr consumir lo que se produce o por lo menos una buena parte, como lo hacen países como Brasil.
