El desplome más reciente subraya lo difícil que es para los hacedores de política manejar la volatilidad en una economía de transición donde el mercado de valores está siendo reformado.
Las autoridades chinas intentaron limitar la caída del mercado con el uso de los así llamados interruptores de circuito.
Pero frenar las operaciones durante 15 minutos no tranquilizó a los inversionistas (especialmente a los inversionistas individuales, quienes vieron la medida como algo que les impedía salirse del mercado), así que se suspendieron las operaciones por completo durante dos días enteros.
Luego de estos intentos fallidos por frenar la caída del mercado, las autoridades suspendieron el uso de más interruptores.
La inusual estructura del mercado de valores chino sigue igual. Las acciones chinas, dominadas por pequeños inversionistas y enormemente cerradas a los extranjeros, siguen propensas a grandes variaciones en su valuación.
Tal como sucede en otros mercados financieros, los inversionistas individuales tienden a actuar como manada: si alguien saca dinero para materializar una ganancia, otros lo siguen, creyendo que los primeros que actuaron tienen mejor información.
Y este instinto grupal es peor en China porque, contrariamente a los mercados de los países desarrollados, la información es menos que transparente y el dominio de las firmas estatales significa que no siempre es fácil revisar los libros.
El mercado de valores chino ha exhibido un comportamiento de montaña rusa durante sus 25 años de historia.
La diferencia ahora es que China es la segunda economía más grande del mundo, y los giros de su mercado son monitoreados por inversionistas globales de compañías que dependen de vender al país.
Los repetidos fracasos de China por regular el mercado de valores no lograrán recuperar la confianza de los inversionistas nacionales o globales.
En cambio, políticas fallidas como los interruptores de circuito recientes solo agravan las preocupaciones sobre la salud general de la economía.
Por tanto deberíamos seguir esperando volatilidad en los mercados chinos durante algún tiempo.
(Linda Yueh es profesora adjunta de Economía en la Escuela de Negocios de Londres y profesora invitada de Economía en la Universidad de Pekín. Es autora de “China’s Growth: The Making of an Economic Superpower”).