Washington, Estados Unidos.
Recientemente trabajé en State of Play: Happiness, un documental de HBO producido por Michael Strahan, exala defensiva de la NFL.
La grabación exploró cómo crear una cultura positiva en las organizaciones donde es difícil hablar de “felicidad”.
En la NFL, la carrera promedio es de 3.3 años, el potencial de lesión es alto, la competencia es intensa y los jugadores supuestamente no deben hablar abiertamente de sus emociones.
El documental contrapuso a la NFL con los SEAL de la Marina.
Una de nuestras conclusiones pudiera parecer contraintuitiva: el estrés unió más a la gente con sus organizaciones.
En lugar de ver al estrés como amenaza para la felicidad, el Ejército se enorgullece de liderar gente para superar retos conjuntamente.
Similarmente, las organizaciones deben ayudar a que sus equipos comprendan que el estrés es un reto grupal, no una carga individual.
En el documental de la HBO, Strahan me dijo que su mejor año estadístico se presentó cuando, en lugar de preocuparse por si resultaría lesionado o si tendría que jubilarse, se enfocó en ayudar a que sus compañeros de equipo destacaran.
Posteriormente entrevisté a Jonathan Reckford, CEO de Habitat for Humanity, sobre cómo formar una cultura donde la gente quiera trabajar para uno. Me dijo que miles de personas apasionadas por cambiar el mundo recurren a Habitat for Humanity.
Pero cuando estos voluntarios descubren el papeleo que conlleva trabajar para Habitat, o la escasez de recursos, muchos renuncian. Perciben el estrés como amenaza para su pasión.
Para otra gente de Habitat, los retos alimentan su pasión. Se vinculan con otra gente de mentalidad similar y se quedan en la organización durante décadas.
El trabajo de Reckford como CEO, dijo, consiste en inspirar y capacitar a los líderes para que ayuden a sus equipos a ver el estrés como reto grupal significativo.
Los entrenadores de la NFL infunden esta misma idea en sus jugadores cuando enfatizan que son los equipos, no los individuos, los que ganan campeonatos.
De igual forma, los gerentes tienen que subrayar que los obstáculos en el camino de un equipo no son amenazas para la felicidad, y que el equipo solo puede tener éxito como grupo.
Los integrantes del equipo, por su parte, deben aprender a ver el estrés no como carga personal, sino como experiencia compartida en la búsqueda de las metas del equipo.
