18/04/2024
10:16 PM

Animación 3D, oferta publicitaria en Honduras

Profesionales hondureños se convierten en empresarios tecnológicos y ofrecen un abanico de opciones para presentar productos y servicios

Tegucigalpa, Honduras.

La animación en tercera dimensión (3D) es una de las herramientas con mayor auge en la publicidad hondureña y sobre todo hecha por hondureños.

La recreación de escenarios imaginarios y personajes ficticios es como un mundo de ilusión que desarrolla historias especiales alrededor de los productos y las marcas.

Las agencias publicitarias desarrollan sus propios equipos de diseño y unas pocas empresas están elevando el nivel de competencia.

Esta herramienta es usada para promover salas de cine, supermercados, ferreterías, gasolineras, telefonía celular, bebidas, etc. Empresas como AdrianGuerra3D y Level7, son parte de una tendencia creciente que está desarrollando las artes hondureñas.

Animaciones que agradan

La mayoría de los proyectos de animación se ven reforzados o son creados enteramente por computadoras, lo que reduce algunos costos.

El negocio y el proceso de creación de animación computarizada se ha desarrollado mediante la construcción de ideas e innovaciones del desarrollo de las herramientas de animación 2D y 3D.

Se inicia con un modelado básico, luego poco a poco se le van asignando materiales a los objetos, iluminación, sombras, animarlos y generar recorridos virtuales.

Por ejemplo, en la página web de Level7, se puede visualizar un video en 3D, que nos transporta por Cinema y la ferretería Larach y Compañía.

En YouTube se puede ver también un recorrido por la capital de la telefónica Claro que realizó el hondureño Adrián Guerra. Y así de este tipo se pueden encontrar múltiples ejemplos.

En el país la gran mayoría de publicidad audiovisual pasa por un “retoque” digital.

La imagen de video entra plana a la isla de edición y, en el camino, se le van agregando detalles: música, un parque florido, un personaje animado que baila, y algo nuevo, la inclusión de personajes reales interactuando en la animación.

La veta principal de los animadores 3D se encuentra en la publicidad, aunque también existen grandes posibilidades en la realización de videojuegos y, ahora último, en el desarrollo de aplicaciones para Facebook.


Foto: La Prensa

La ferretería Larach & Compañía incursionó hace unos años en animación.

Juegos y apps

Hay hondureños haciendo software para grandes empresas petroleras, industria financiera, hospitales; desarrollando aplicaciones comerciales y educativas, haciendo animaciones y software, videojuegos.

La Asociación Hondureña de Tecnología de Información (AHTI) destaca el desarrollo de software para grandes corporaciones y empresas en Centroamérica, Estados Unidos y Europa. Uno de ellos es el sofware con que se administran algunas plataformas petroleras de la multinacional Exxon en el Caribe.

Otra empresa nacional, Icoms Consulting, en el mercado desde el año 2000, es la desarrolladora de software para muchas plataformas tecnológicas y de aplicaciones.

Crearon Kamio, una red social con millones de stickers, GIFs y transparencias para crear montajes fotográficos.

Homero Rojas, un abogado de profesión, es el creador del videojuego “El misterio de la mansión carmesí”, que ha sido comercializado en más de 100 países.

Otros jóvenes se están involucrando en la ejecución de proyectos de impacto social y ambiental, uno de ellos un bastón para ciegos con GPS incluido, creado por estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah).

Adrián Guerra trabaja el área de la animación por computadora. Es su especialidad. Ha trabajado más de 4,000 anuncios publicitarios para Honduras, México, Estados Unidos, Centro y Suramérica. También ha elaborado casi una decena de cortometrajes y tiene en proyecto una película.

La animación es un campo en pleno desarrollo en Honduras. El trabajo que se hace en el país en esta área es muy bueno, dijo el creativo Harold Rodríguez.

“Honduras califica muy bien en este rubro”, apuntó. Prueba de esto es la incursión en cortometrajes y participación en festivales. Aunque los trabajos no representan ingresos económicos, sí permiten darse a conocer en el competitivo campo de la cinematrografía a nivel nacional e internacional.

“Son motivantes, la puerta para que a uno le conozcan. Ayudan a adquirir cierto nombre”, apunta Adrián Guerra.

Con estos cortos ha obtenido premios y reconocimientos en festivales en Perú, Colombia, México y Guatemala.

Pero él resalta el octavo puesto que obtuvo en el festival internacional “Animatoom”, que se celebró en 2009 en Argentina, con el cortometraje “Los niños de la guerra”. Ahí participaron más de 3,000 producciones de todo el mundo “y obtuvimos el octavo lugar.

Eso para mí es muy importante, nos da a conocer”. También trabajó el cortometraje “Zico y el espejo”, que cuenta la historia de un perro originario de México que trataba de unir a todos los países del continente americano.

“Zico se ponía varias máscaras, de cada uno de los países del continente, y al final se da cuenta que se está viendo como en un espejo porque sea como sea todos somos latinoamericanos, aunque usemos diferentes máscaras todos somos latinoamericanos”.

Sin límites

“Este es un sector que tiene como límite el cielo; son trabajos que no tienen fronteras físicas que limiten su desarrollo y expansión.

Son servicios de exportación que pueden cruzar la frontera por Internet, donde todos pueden hablar en el mismo lenguaje ya sea de programación, de diseño, de animación, de sonido. Ese un planeta aparte”, dijo a D/N la directora ejecutiva de FIDE Exportaciones, Vilma Sierra.

La ejecutiva señaló que a la par este es un sector desconocido en Honduras. “No lo entendemos” todavía, no se conoce ni se valoran sus proyectos y trabajos, mucho menos el talento” de quienes se desenvuelven en el mismo.

¿Qué hacer?

Facilitar el desarrollo de la industria es un paso que debe empezar a darse. Sedebe ver lo ejecutado en otros países. Analizar los éxitos y las derrotas, y aprender de esas experiencias, dijo Sierra.

Esto debería ser tomado a nivel de visión de país. Primero entender, en todas las estructuras del Estado, de qué se trata el sector y cómo se maneja afuera para que todas las políticas armonicen.

De no ser así “será bien difícil que el país logre tener ese desarrollo”.

Consideró que se deben estudiar y conocer las experiencias en este campo de Uruguay e Israel, con grandes avances. Uruguay trabaja en políticas de facilitación de la industria, en la generación de marcos legales muy flexibles, el desarrollo de carreras, pero sobre todo, el reconocer al sector como una línea de alto valor agregado.

Israel, entre tanto, está convirtiendo a todo su país en una incubadora para este tipo de empresas.

Uno de los primeros pasos ha sido crear más de 300 laboratorios de innovación y desarrollo tecnológico para esta industria. Estos países han incluido estos servicios en su balanza comercial. En Honduras, ni siquiera se han valorado.

“Todos los países están haciendo lo propio y nosotros lo vemos como que si fuera una exportación de camisetas, y no es posible, no.

Esto sale por ondas radiológicas no por el portón de una aduana. No pueden ser tasados de la misma forma, no pueden ser aplicadas la mismas leyes”.