Las pulperías son el mayor canal a través del cual las familias hondureñas se abastecen de los productos de la canasta básica, y a la vez son el lugar importante para las empresas que ofertan productos y servicios de consumo masivo.
Pese a la relevancia que tienen en la cadena de distribución, la mayoría de propietarios carecen de la preparación necesaria para administrar sus negocios, siendo la principal amenaza para su sostenibilidad, según indica un estudio de caso elaborado por Fundes y socios estratégicos que lideraron el proyecto regional Pulperos Líderes por la Mejora de sus comunidades.
En América Latina, las tiendas de consumo o pulperías mueven el 40% de los productos de las grandes empresas.
Iniciativa
Fundes nació en 1984, inspirada en la visión y valores del empresario suizo Stephan Schmidheiny preocupado por el desempleo que golpeaba con dureza a los sectores más pobres de Panamá y de América Latina en ese momento.
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Los alcanzados por este proyecto están en 35 municipios de 11 departamentos, y durante su ejecución lograron incrementar en 12% el volumen de sus ventas y reducir en un 3% las pérdidas.
“Las pulperías son realmente una base fundamental en la economía, no solo de Centroamérica, sino de Latinoamérica, porque en todas las zonas, ya sea urbanas o rurales, sean grandes ciudades o una pequeña comunidad o un caserío, en todos esos lugares existen pulperías. Estas suplen las necesidades básicas inmediatas de la población”, refiere Merly Pineda, jefe del proyecto.
La comunidad virtual Entre Pulperos Honduras, a través de un grupo de Facebook, comparte consejos útiles para hacer crecer el negocio de las pulperías.
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En Honduras, el 78% de los dueños de pulpería son mujeres; gran parte de ellas, jefas de hogar que buscan la generación de ingresos económicos trabajando desde la casa.
La edad promedio del pulpero hondureño está entre 35 y 60 años, con nivel educativo de primaria o ciclo básico.
Los actores involucrados en el programa de apoyo, que combinó el desarrollo de habilidades del negocio y calidad de vida familiar, liderazgo de la comunidad y emprendimiento social, y gestión del conocimiento y comunicación estratégica al sector, están conscientes “que vale la pena continuar apoyándolo para promover su consolidación”.
Durante su ejecución, los beneficiados desarrollaron sus habilidades empresariales, aprendiendo a distinguir entre las finanzas familiares y las de sus negocios.
Asimismo, asistencia técnica, incorporación de elementos tecnológicos, ampliar la visión del negocio para su consolidación y un enfoque en la parte familiar, a través de un plan de vida.
Fundes ha dado seguimiento de forma virtual a través del grupo de Facebook Entre Pulperos Honduras, abierto a todos los que deseen convertirse en autodidactas y aprender de diferentes temas.
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Criterios
“Aún con la evolución de las tiendas de abastecimiento o supermercados, en nuestra economía las pulperías son necesarias y contribuyen también a que muchas familias tengan sus propios negocios y empleos”, opina Jorge Faraj, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC).
Para el dirigente empresarial, este esquema de negocio constituye una fuerza de la microeconomía. Además, destacó la importancia de las pulperías en las facilidades que dan a sus consumidores para la adquisición de productos de consumo básico.
130,000
pulperías en Honduras, han logrado diversificarse con servicios de telefonía y transacciones bancarias.
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En Honduras, como en el resto de países donde las pulperías son parte fundamental de la economía, aún sobreviven las libretas de fiado y la atención cara a cara. Según cálculos de la Fundes, en el país hay 130,000 establecimientos de este tipo, que avanzan en su diversificación de productos y servicios.