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Carta al Papa Francisco

  • 05 septiembre 2017 /

Para meditar en la erradicación del trabajo infantil, la pobreza extrema y acelerar el desarrollo económico en las regiones cafetaleras

Bogotá, Colombia.

Fernando Morales-de la Cruz, Fundador de Café for Change, escribió una carta al Papa Francisco en ocasión a la visita papal a Colombia 'rogándole que piense y medite que erradicar el trabajo infantil, la pobreza extrema y acelerar el desarrollo económico y social en Colombia como en todas las regiones productoras de café, cacao y té del mundo requiere de tan solo US$0.10.'

Esta misiva fue enviada al Vaticano el domingo 3 de septiembre via el Secretario para Relaciones con los Estados.

Morales-de la Cruz le escribió al Santo Padre: 'el actual modelo de negocios de esas tres muy exitosas industrias globales de las que dependen para su sustento, directa o indirectamente, más de 300 millones de personas en América Latina, África y Asia, la gran mayoría viviendo en la pobreza o en situación miserable, solamente puede ser llamado neocolonial, injusto, explotador e inhumano.'

El costo humano del café, del cacao y del té es inaceptable, estas industrias se aprovechan de los más pobres y destruyen las vidas de decenas de millones de niños.

El modelo es cuasi criminal por lucrar con el trabajo infantil y con la miseria, a pesar de que el trabajo infantil en la cadena de suministro de estos productos no es penado en Suiza, la UE, Japón, Corea, etcétera.

Afortunadamente, las leyes que lo permitieron en Estados Unidos durante 8 décadas han cambiado.

Un muy reducido grupo de multinacionales concentradas en Suiza practica el más salvaje modelo de negocios decidiendo si los campesinos, los trabajadores y sus niños comen tres veces al día o solo dos, 12 meses al año o solo 8 o 9. Algunos economistas le llaman 'Swissploitation'.

Hay hambre en los coffee lands, confirma el reporte del Specialty Coffee Association. Debido a los extremadamente bajos precios pagados a los agricultores hay miseria y abunda el trabajo infantil en el café producido por: Colombia, Costa Rica, Costa de Marfil, El Salvador, Guatemala, Guinea, Honduras, Kenia, México, Nicaragua, Panamá, Sierra Leona, Tanzania, Uganda y Vietnam, según certifica el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos. También hay trabajo infantil y esclavitud laboral en el café de Brasil, según DANWATCH.'

Me consta personalmente que en Suiza hasta la aerolínea de bandera nacional, propiedad del Lufthansa Group, cree tener derecho a no pagarle más que un café a quien trabajó para ella durante muchos meses y le amenaza si exige a quienes le contrataron ser recompensado por el exitoso fruto de su trabajo.

Algo está muy mal en Suiza y en Alemania cuando se practican nuevas formas de esclavitud laboral aprobadas por varios miembros de la Junta Directiva en una empresa del DAX 30.

A sus más altos ejecutivos no les importa si quienes trabajaron para ellos o si sus hijos padecen enfermedades graves y sufren penurias.

En Guatemala y en muchos otros lugares del mundo de lo que las multinacionales llaman el 'Coffee Belt' hay regiones en América, África y Asia con entre 70°% y 90% de malnutrición infantil, demasiados lugares donde una niña tiene más probabilidades estadísticas de morir antes de cumplir un año que de graduarse de la escuela secundaria, aunque este último sea un derecho que supuestamente le garantiza la Convención de los Derechos del Niño y también las leyes nacionales.

Esto es igual en los principales países productores de cacao.

Lo que la Union Europea, Suiza, Estados Unidos, Canadá y hasta la Iglesia Católica (Caritas y CRS) se atreven a llamar 'certificaciones' 'éticas' o de 'Comercio Justo' están perpetuando la pobreza y generando trabajo infantil, sus primas son menos de 1/30 de lo que deberían ser para ser justas, éticas y no explotar a los más pobres.

Esta es la realidad de las 'certificaciones' 'éticas' en cacao: 'Cocoa premiums sustain poverty they should be 30 times higher says CACAO FOR CHANGE'.

Santo Padre sus mensajes a los empresarios de Davos han sido contundentes pero llegan a oídos de personas que en su gran mayoría practican la indiferencia ante la miseria y la neutralidad ante la injusticia, en parte gracias a un coro de periodistas que alaba su riqueza y casi nunca critica su indiferencia o la injusticia de sus acciones.

Si Klaus Schwab y la elite de Davos quisieran Mejorar el Estado del Mundo podrían reducir la pobreza a niveles insignificantes en tan solo 15 años.

La capacidad empresarial, intelectual y el poder de quienes van a Davos es tan impresionante como su indiferencia ante sus mensajes para que usen su conocimiento y habilidades empresariales en beneficio de los más pobres.

Los impresionantes beneficios económicos del café, del cacao y también del té se concentran en los países desarrollados aunque en Davos casi todos, incluyendo el Presidente de Nestle y el SG de la ONU, hablen de Valor Compartido, de apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de reducir la desigualdad en el mundo.

La verdad es que el café, el té y el cacao que consumen en ONU, UNICEF, FAO, OMC, OECD, BM, BID y en el resto del alfabeto de entes multilaterales también perpetúan la pobreza y causan trabajo infantil.

Es inaceptable que la ONU no invierta ni siquiera US$0.01 por taza en apoyar los ODS que promueve. El Secretario General debe actuar inmediatamente para cambiarlo.

Le ruego que Ud. y toda la jerarquía de la iglesia, incluyendo CARITAS, CRS, etc. compartan 10CtvsPorTaza de café, té y cacao que beban y porque no, también de mate, con las comunidades productoras.

Sin el gran sacrificio y elevado costo humano de dos centenares de millones de pobres en las comunidades rurales que los producen esas bebidas que deleitamos no existirían.

Santo Padre, a la Iglesia Católica que usted sabiamente lidera, al Secretario General de la ONU, a todos los jefes de gobierno de los países G7, a los Comisarios y jefes de Gobierno de la Unión Europea, a los Consejeros Nacionales del Gobierno Suizo, a los Presidentes y Directores Ejecutivos del BM, el FMI, la FAO, la OMC, la OECD, el ITC, el BID, ADB, etc. al pleno del Foro Económico Mundial de Davos y a las grandes multinacionales no les pido ni caridad, ni limosna, le exijo justicia y valor compartido transparente para los más pobres cada vez que disfruten un café, un té o un chocolate.

Luchar para erradicar la pobreza es lo opuesto a fomentarla, crearla o a aprovecharse de esta como modelo de negocios.

La caridad no es sinónimo de justicia. Compartir 10CvtsPorTaza de café, té y cacao con las comunidades productoras no es un acto de caridad. Es un acto de justicia.

Aprovecho para desearle una estancia productiva en Colombia, en la que pueda cumplir sus objetivos y alcanzar las metas que se ha marcado para esta visita.

Que Dios le bendiga,

Fernando Morales-de la Cruz