Hay actividades productivas en las que las lluvias tienen un efecto adverso y uno de estas es el lechero.
La producción de leche aumenta de 1.4 a 2.4 millones de litros diarios durante la época lluviosa, generando una sobreoferta y, por ende, una drástica caída de precios.
Lo anterior puede encontrar una solución si el gobierno y el sector ganadero definen una política que tenga como objetivo establecer un precio de garantía, una medida que cuenta con el apoyo de la Federación Nacional de Ganaderos y Agricultores de Honduras (Fenagh).
De acuerdo con declaraciones de varios sectores la crisis de precios tiene varias explicaciones. En primer lugar, de los 860 millones de litros de leche que se producen al año, 35% es comprado por el sector industrial y el restante 65% por las plantas artesanales, en especial las queserías.
Las plantas artesanales pagan en este momento entre 7 y 10 lempiras por litro, llegando a bajar a cinco lempiras en muchas regiones del país cuando se presenta la sobreoferta.
Según los entrevistados, las plantas industriales pagan L11.50 por litro por la leche “A” y L10.20 por la “B”. Subrayan que en estos momentos que hay una sobreoferta en la única planta instalada en el país que elabora leche en polvo y que adquiere 150,000 litros por día.
Los expertos manifiestan que las plantas industriales garantizan ese precio durante los 12 meses del año, sin embargo, los 300 millones de litros que compran no pueden ser aumentados por una serie de factores, entre ellos los bajos estándares de inocuidad en algunas fincas lecheras.
Tampoco hay vigilancia y supervisión en varias fincas, lo que les cierra la oportunidad para que su producto pueda ser absorbido por la industria.
Apoyo insuficiente
El sector ganadero reconoce que el gobierno ha mostrado interés por apoyarlos, pero las iniciativas como el Vaso de Leche no están teniendo el impacto que se esperaba.
Los ganaderos agregan que una de las soluciones es que la planta que elabora leche en polvo pueda duplicar la adquisición de esa materia prima.
No obstante, eso requiere del fortalecimiento del sector artesanal, que abarca 472 plantas que elaboran lácteos.
Subrayan que es inaudito que el quesillo, mantequilla y queso sea vendido a comerciantes salvadoreños, quienes después lo exportan a EUA. Las exportaciones hondureñas de lácteos generan entre $30 y $35 millones anuales