Tegucigalpa, Honduras.
Liliana Castillo, presidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), habló sobre las perspectivas de crecimiento que tiene la economía hondureña a mediano y largo plazo.
Pese a que el Gobierno y el sector privado se han unido para impulsar un programa que genere más inversión y, por ende, más empleos, las proyecciones oficiales de crecimiento de la economía siguen siendo moderadas: 3.7% para 2017, 3.8% para 2018, 4% para 2019 y 4.1% para 2020.
Castillo destacó que aunque la economía ha alcanzado niveles de crecimiento moderado de 3.6%, se ha logrado obtener un nivel de reservas monetarias internacionales que cubre más de cuatro meses de importaciones de bienes y servicios; una inflación que está dentro de los límites establecidos en el Programa Monetario y un déficit fiscal de -3.7% del Producto Interno Bruto (PIB).
“Es importante mencionar que para alcanzar la consolidación fiscal se ha ido disminuyendo el poder adquisitivo del ingreso de la población a través de más impuestos, aumento a las tarifas de los servicios públicos y menos inversión en obras de infraestructura pública, entre otros”.
Castillo no cree que el país pueda alcanzar tasas de crecimiento de 6% anual en los próximos años. “Para alcanzar esos niveles de crecimiento necesitamos dinamizar más los sectores productivos intensivos en mano de obra”.
Liliana Castillo, presidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), habló sobre las perspectivas de crecimiento que tiene la economía hondureña a mediano y largo plazo.
Pese a que el Gobierno y el sector privado se han unido para impulsar un programa que genere más inversión y, por ende, más empleos, las proyecciones oficiales de crecimiento de la economía siguen siendo moderadas: 3.7% para 2017, 3.8% para 2018, 4% para 2019 y 4.1% para 2020.
Castillo destacó que aunque la economía ha alcanzado niveles de crecimiento moderado de 3.6%, se ha logrado obtener un nivel de reservas monetarias internacionales que cubre más de cuatro meses de importaciones de bienes y servicios; una inflación que está dentro de los límites establecidos en el Programa Monetario y un déficit fiscal de -3.7% del Producto Interno Bruto (PIB).
“Es importante mencionar que para alcanzar la consolidación fiscal se ha ido disminuyendo el poder adquisitivo del ingreso de la población a través de más impuestos, aumento a las tarifas de los servicios públicos y menos inversión en obras de infraestructura pública, entre otros”.
Castillo no cree que el país pueda alcanzar tasas de crecimiento de 6% anual en los próximos años. “Para alcanzar esos niveles de crecimiento necesitamos dinamizar más los sectores productivos intensivos en mano de obra”.