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La estabilidad en la macroeconomía sacrificó el bienestar

  • 11 febrero 2016 /

Tegucigalpa, Honduras.

Durante los últimos dos años, Honduras ha logrado una mejor estabilidad macroeconómica.

Sin embargo, el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) considera en su estudio Estabilidad sin desarrollo que se sacrificó el bienestar social.

Para el economista Wilfredo Díaz, se debe aprovechar la mejora en los indicadores económicos para generar bienestar social en la población hondureña.

“Lo fundamental es fomentar los sectores que son más productivos, ya que lo principal es crear empleo y que así haya desarrollo y oportunidades”, dijo Díaz.

Para lograrlo es necesario que se ejecute el plan de inversiones que ha anunciado el Gobierno para crear unos 600,000 puestos de trabajo en los próximos cinco años.

Señala que también es imperativo garantizar la seguridad jurídica, pues se logra un mejor clima de inversiones.

El Icefi indica la drástica caída del déficit fiscal, que pasó de 7.9% del producto interno bruto (PIB) en 2013 a 3.5% al cierre de 2015.

No obstante, la entidad señala también el impacto que causó el aumento de los impuestos indirectos en los ingresos de la población.

La carga tributaria incrementó de 15.1% en 2013 a 17.8% en 2015.

Además, cuestionan que las exoneraciones fiscales ascienden a cerca de los L27,000 millones, equivalentes al 6% del PIB.

El crecimiento económico en 2015 se situó en alrededor del 3.5%. Es decir, que este indicador ha aumentado en comparación a lo registrado en 2013, cuando fue de 2.6%.

“El crecimiento se ve impulsado por sectores como el financiero, telecomunicaciones y energía, no así los productivos”, expresa Hugo Noé Pino, docente investigador de la Universidad Tecnológica Centroamericana (Unitec) y economista sénior del Icefi. En cuanto a la deuda pública, este año podría llegar a cerca del 50% del PIB.

El deslizamiento de la moneda impactó en el gasto público porque el país deberá pagar más lempiras por los dólares que van como servicio a la deuda. Para 2016, el Gobierno Central presupuestó L32,000 millones para amortizar capital e intereses.