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El dólar fuerte se cruza en el camino de la Fed

  • 27 enero 2016 /

Un alza adicional de la divisa complicaría los planes del banco central de EE.UU.

Nueva York, Estados Unidos.

El plan de la Reserva Federal de Estados Unidos de continuar este año con el alza gradual de las tasas de interés quedó enmarcado por las dudas el miércoles luego de que el banco central expresó su preocupación por las turbulencias de los mercados y el lento crecimiento de la economía mundial, pero no se pronunció acerca de si tales amenazas lo obligarán a archivar su programa de incrementos.

En diciembre, la Fed elevó en un cuarto de punto porcentual su tasa de interés de referencia y contempla otras cuatro alzas de idéntica magnitud para este año, la próxima de las cuales podría tener lugar en marzo.
Ahora, el comunicado de prensa que la Fed difundió después de su reunión de dos días volvió a generar dudas sobre si la entidad subirá las tasas en marzo.

Los mercados de futuros asignan una probabilidad de apenas 25% a un incremento para esa fecha. Aun así, el banco central mantuvo todas las opciones sobre la mesa mientras analiza la evolución de la economía.

Las acciones cayeron tras el comunicado. El Promedio Industrial Dow Jones cerró con un descenso de 223 puntos, 1,38%, a 15.944 unidades y acumula un repliegue de 8,5% este año. Los precios de los bonos del Tesoro estadounidense, considerada la deuda más segura, también bajaron, lo que impulsó sus rendimientos a 2,003%. El dólar no registró grandes variaciones. El WSJ Dollar Index, que mide el desempeño de la divisa contra las monedas de los principales socios comerciales de EE.UU., cayó apenas 0,08%.

“La (Fed) sigue de cerca los acontecimientos financieros y de la economía global y evalúa sus implicaciones para el mercado laboral y la inflación”, dijo el documento.

El banco central indica habitualmente en estos comunicados si observa que los riesgos que se ciernen sobre la economía son equilibrados o si se inclinan hacia su fortalecimiento o debilitamiento. El hecho de que la entidad se haya abstenido de opinar al respecto subraya las dudas que persisten sobre cómo interpretar el derrumbe de las acciones y el petróleo y las consecuencias de la desaceleración de China, la segunda economía del mundo.

Se puede tratar de baches pasajeros en el camino o de señales de problemas más arraigados y duraderos. La Fed ha albergado estas dudas desde agosto, cuando un derrumbe de la bolsa y la moneda china desataron una ola de ventas en los mercados mundiales. Una vez que los mercados se tranquilizaron, la Fed subió las tasas de corto plazo en diciembre. Las renovadas turbulencias han vuelto a poner al banco central en la incómoda posición de tener que determinar la peligrosidad de las nuevas amenazas a la economía.

La Fed “mantuvo sus opciones abiertas para marzo”, destacó el economista de Barclays Michael Gapen en una nota a sus clientes. “Un nuevo deterioro en las cifras o en los mercados financieros podría producir un retraso en las alzas de tasas, mientras que una mejora en los datos y la estabilización de los mercados financieros abriría la puerta a un segundo incremento de tasas en marzo”.

Por el momento, el banco central mantiene su tasa de referencia entre 0,25% y 0,5% y su pronóstico de que EE.UU. se expandirá en forma modesta, generará empleos y la inflación aumentará gradualmente hacia la meta de 2%. El organismo actualizará sus previsiones durante la reunión de marzo, que ya ha adquirido la condición de crucial.

Uno de los temas que desvela a los inversionistas es el fortalecimiento del dólar. El WSJ Dollar Index registra un aumento de 23% en los últimos dos años. El alza del dólar ha complicado la campaña de la Fed para subir las tasas en forma paulatina, pero no ha tenido un efecto muy nocivo sobre la economía.

El fortalecimiento de la moneda exacerba algunos de los desafíos más notorios que ha afrontado la economía global durante el último tiempo, como la caída de los precios del petróleo y la baja inflación que impera en las economías desarrolladas, e intensifica las tensiones en los mercados emergentes más vulnerables.

El avance de la divisa estadounidense se ha moderado en lo que va del año, con un incremento de apenas 1,23% del WSJ Dollar Index, lo que contrasta con las violentas oscilaciones de las bolsas y el repunte de los precios de la deuda soberana.

Muchos, sin embargo, prevén que la apreciación del dólar se acelere. La moneda ha caído 0,3% frente al euro y 1,3% ante el yen, pero se ha apreciado 3,7% ante el real y 8,5% respecto del rublo.

Los gestores de dinero señalan el eje del probable ascenso del dólar se está trasladando a Asia en medio de los últimos movimientos del yuan. Ray Uy, gestor sénior de portafolio de Invesco, que administra activos del orden de los US$775.600 millones, apuesta a un alza del dólar frente a las divisas de Taiwán, Singapur, Malasia y Corea del Sur. Lo denomina “una nueva ronda” del fortalecimiento del dólar.

El alza del dólar, sin embargo, encarece las exportaciones estadounidenses y perjudica las ganancias de las empresas del país. Las compañías que cotizan en bolsa son particularmente susceptibles a estas presiones en momentos en que las ganancias pierden fuerza, advierten los inversionistas.
En la raíz de la reciente volatilidad que se ha apoderado de los mercados está el hecho de que “el dólar subió muy pero muy rápido y está teniendo un impacto”, dice Binky Chadha, estratega jefe global de Deustche Bank AG. “Si soy una empresa con ganancias en EE.UU. y Europa, cuando cae el euro, también lo hace el valor de las ganancias que anuncio”, indica.

El debate en torno a la dirección del dólar subraya la vulnerabilidad de los mercados a las repercusiones imprevisibles en momentos en que se considera que las políticas de estímulo de los bancos centrales son necesarias para sentar las condiciones para un crecimiento global.