El proceso de reconversión de la oficina recaudadora y la elaboración de un nuevo Código Tributario son recibidas de forma favorable por dirigentes de las mipymes hondureñas.
Edwin Soriano, presidente de la Asociación de Pequeños Empresarios del Valle de Sula (Apevas), en una entrevista con LA PRENSA, amplía sobre los retos de este sector productivo para 2016.
Dudo que nos vayan a tomar en cuenta, pero estamos viendo que el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) tiene un buen planteamiento, apegado a la realidad y que demandan un Código flexible, simple y con la idea de ser amigable con todos los sectores para que Honduras pueda crecer.
Ya hemos dialogado Efraín Rodríguez, presidente regional de la Asociación Nacional de la Mediana y Pequeña Industria de Honduras (Anmpih), y Victorino Carranza, director de la Gremio de la Micro y Pequeña Empresa de Honduras (Gremipeh) en el Valle de Sula, para mandar una carta al Cohep con nuestros puntos de vista.
Aunque no nos han llamado, ni nada, las tres organizaciones firmaremos la carta con nuestras opiniones, a fin que este Código Tributario sea accesible. Se prevé que nos reunamos la otra semana y desde ya cada uno prepara sus planteamientos para ser lo más precisos posibles.
Lo he leído y uno de los aspectos que llamó mi atención es que obliga a las mipymes a comprar una computadora. De antemano solicitamos que nos tomen como está estipulado en la Ley de las Mipymes, así como nos consideraron para elaborar el salario mínimo.
De 100% microempresas me atrevo a decir que un 20% tienen acceso a tecnología y en medianas quizá un 50%.
El empleo de medios digitales en el nuevo Código se enlaza con la facturación electrónica, donde en el contrato de adhesiones se solicitó el correo electrónico con esa intención. Esas son las trampas de la facturación y que ya tiempos veníamos cuestionando. Aunque estábamos de acuerdo con modernizarnos, hay que explicar las consecuencias.
Lo positivo es la flexibilidad de que hagan algo bueno para el sector. Sabemos que las opiniones del Cohep y de las cámaras de comercio tienen más fuerzas, pero depende también de las organizaciones de las mipymes hacer algo bueno por el sector productivo.
Recibimos con expectativa el proceso de reconversión de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI) y esperamos personal calificado en ella.
Estos siguen siendo similares a los de 2015, con la intención de superarlo, pero sabiendo que el salario mínimo incrementó 5.5% entre segmentos de uno a diez de personas empleadas, sabemos que muchas mipymes no pagan el salario mínimo y sigue siendo un de los retos. El otro desafío que viene es el alza a las materias primas y ver si se puede exonerar ciertas materias primas para las mipymes. El poder adquisitivo y la forma de cómo colocar los productos en los mercados es otro de los desafíos.En el lado positivo, esperamos crecer y poder acoplarnos a todo este sistema en que el Gobierno nos tiene. Esperamos un apoyo verdadero a las mipymes y que haya oxígeno a fin de capitalizar este sector con intereses más bajos.
Tenemos el ejemplo de las zapaterías, los que trabajan con jabón, tabaco, panaderías. Cuando hablamos de mipymes más organizadas que, por ejemplo, tengan su talabartería esta situación es peor para ellos. En el área de servicios esperamos que nos faciliten poder adquisitivo y que las reglas estén claras para identificar las cooperativas o bancos que nos pueden ayudar.