19/04/2024
12:19 PM

'Respeto la opinión ajena, pero soy el presidente del BCH”

Marlon Tábora, coordinador del Gabinete Económico, espera tomar las decisiones para reactivar el país.

San Pedro Sula, Honduras.

Ser el presidente del Banco Central de Honduras (BCH) y coordinador del Gabinete Económico implica para Marlon Tábora el sacrificio de separarse de su familia que vive en el extranjero.

Reservado en su vida personal y cuidadoso con sus respuestas, el ingeniero de profesión está convencido de que cada oportunidad es un nuevo reto.

¿Cuál cree que es el principal logro en materia económica durante los primeros meses del actual Gobierno?

Considero que es haber recuperado la credibilidad y la confianza en el país. Obviamente eso se refleja en un menor déficit fiscal, menor inflación, control del gasto público, una disminución en la tendencia del crecimiento de la deuda y muchas condiciones que de una u otra manera están siendo reconocidas. Creo que esto es un proceso de mediano y largo plazo, pero hay que crear las bases para avanzar en ese sentido.

De todos los economistas que analizan la situación del país, ¿cuál tiene el criterio más acertado?

Por principios trato de no referirme a las opiniones de los demás y esto siempre ha caracterizado mi vida personal. Soy muy respetuoso de lo que otros puedan opinar. Lo que sí tengo claro es que hablo de lo que es y creo que los resultados están sobre la mesa. Hasta cierto punto, una de las ventajas que tienen las ciencias económicas es que no solamente que existe una solución; puede haber varios caminos.

Soy muy respetuoso de lo que otras personas pueden opinar, pero lo que tengo claro es que la autoridad no se delega y es a mí a quien han nominado presidente del Banco Central y coordinador del gabinete económico. Voy a tomar las mejores decisiones y colaborar con el apoyo de todo el equipo que me rodea.

¿Se imaginó alguna vez en su vida que sería presidente del BCH?

Es la tercera vez que soy servidor público; primero como presidente de Conatel (Comisión Nacional de Telecomunicaciones) en el Gobierno del presidente Ricardo Maduro. Antes de irme al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) trabajé como viceministro de la Presidencia en el período del presidente Porfirio Lobo. Nunca pienso con qué posición estaré. Llegué básicamente por la voluntad del presidente Juan Orlando Hernández, quien me pidió que colaborara con su proyecto.

¿Qué sacrificios implica ser presidente del BCH?

Tengo que reconocerlo: esto ha implicado un sacrificio sobre todo familiar. Fue muy importante tener que separarme de mi familia para servir al país, pero mientras valga la pena y los resultados están a la vista, creo que seguiré trabajando de la misma forma como hasta ahora. No todos los días los ciudadanos tenemos la oportunidad de servir al país en una posición de tanto prestigio y reconocimiento.

¿Siente presión de estar al frente de una institución tan prestigiosa?

No, creo que soy una persona acostumbrada a tomar retos en mi vida y este es uno de ellos. Una de las principales características que han facilitado mi trabajo en el BCH es respetar la institucionalidad que ha tenido por más de 50 años. Sería un error e ingenuidad de mi parte pensar que de la noche a la mañana voy a cambiar una institución exitosa.

¿Quiénes están entre sus manos derechas?

Tal vez soy la cara más visible en materia económica, pero hay un gran equipo detrás de mí. Empezando por mi colega y buen amigo, Wilfredo Cerrato, quien hace un excelente trabajo en la Secretaría de Finanzas.
Hay gran cantidad de equipo que trabaja de manera silenciosa y nos permite a tratar de enfrentar estos retos de manera contundente y muy sólida, basados en el trabajo que han hecho por años.

¿Considera que la profesión del economista está desapareciendo poco a poco en Honduras?

Soy ingeniero de profesión y después saqué estudios de posgrado en negocios internacionales, pero sin duda el país requiere una nueva ola de economistas, por llamarla de alguna forma, con pensamiento mucho más moderno y un enfoque diferente por la situación que vive el mundo. Los retos económicos son muy diferentes a los que había hace 30 o 40 años.

¿Le gustaría seguir estudiando otra especialidad?

Mi familia me critica porque nunca paro de estudiar y creo que llegó el momento de dedicarme a otras actividades importantes, en especial mi familia. Creo que es importante cultivar la relación personal con Dios porque Él es el único que nos da sabiduría, salud y protección para salir adelante.

En ese sentido, en tres veces que he servido a mi país ha sido por solicitud de los Presidentes y no porque yo andaba buscándolo, pero si se considera que puedo apoyar al país, pues con todo gusto lo haré. De lo contrario, seguiré con mis actividades personales y privadas, probablemente en otro ámbito de la vida.

¿Cuál es el perfil que busca en las personas que trabajan en el BCH?

Soy un partidario de que en el Gobierno deben estar los mejores porque es la empresa de todos. No es posible que la empresa privada pueda darse el lujo de contratar a los mejores y el país no. Siempre voy a privilegiar a quienes tengan mayor conocimiento y compromiso con el país porque de eso se trata el servicio público.

¿Hay alguna persona que conoció y haya marcado su vida?

La mayor fuente de inspiración la he encontrado en mi familia. Mis abuelos maternos y mi madre han marcado mi vida. Mi esposa siempre se encarga de aterrizarme cuando pierdo la perspectiva. De repente, eso no se valora y se quiere buscar en lo externo.