San Pedro Sula, Honduras.
La Venezuela que fundó Petrocaribe como un esquema de cooperación energética recibió otro golpe y esta vez se lo dieron 13 de los 18 países que integran el organismo.
Las naciones se reunieron el lunes pasado con el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, para buscar mecanismos que diversifiquen el consumo eléctrico.
En junio de 2014, los analistas presionaban para que Honduras retomara las importaciones venezolanas de petróleo, pero no hubieran predicho que el crudo llegaría a su nivel más bajo en seis años.
“En las condiciones económicas en que está Venezuela, la pregunta más bien es: ¿estará interesado ese país en firmar de nuevo con Honduras? ¿Cómo está la situación? Por ahora no parece ser la idea más rentable”, considera Óscar Aguilar, directivo de la Asociación Hondureña de Productores de Energía Renovable (Ahper).
Las propuestas de volver a Petrocaribe ya no hacen eco en Honduras y más bien durante la Cumbre de Seguridad Energética en el Caribe los expositores hicieron lo posible, dentro de lo diplomático, por alejar a los países invitados del organismo bolivariano.
“Ya sea en Ucrania o en el Caribe, ningún país debería poder usar sus recursos naturales como herramienta de coerción contra otro”, dijo Biden, sin referirse de forma directa a Venezuela, quien además los instó a que avancen con “urgencia” para diversificar sus fuentes de energía con la ayuda de los estadounidenses.
“Recordemos que EUA ha logrado bajar la dependencia de las importaciones de crudo, gracias al petróleo de esquisto. Allí se origina la guerra de precios que se mantiene con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep)”, explica Saraí Silva, directora ejecutiva de la Asociación Hondureña de Distribuidores de Productos del Petróleo (Ahdippe).
Venezuela sigue enviando unos 200 mil barriles de Petrocaribe al día, pero el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya les recomendó recortar esos programas, dada sus “limitaciones de liquidez externa”.
