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Vuelve el ‘boom’ petrolero al Golfo de México

  • 27 noviembre 2014 /

Cuatro años después del derrame de BP, hay cerca de 12 plataformas nuevas en la región.

Estados Unidos.

La plataforma Olympus, de propiedad de royal dutch shell plC, es un enjambre flotante de actividad humana, a casi 210 kilómetros de la costa de Louisiana.

Más grande que una cuadra en la ciudad de Nueva York y más pesada que un portaa viones, Olympus es una de alrededor de 12 nuevas plataformas multimillonarias que están bombeando crudo en las aguas profundas del Golfo o lo harán antes de fines de 2015.

Sin embargo, esta reactivación podría ser momentánea si la caída de los precios del petróleo, que han bajado 30% desde junio, se extiende y hace que las empresas retrasen inversiones sustanciales en el golfo. A corto plazo, no obstante, la actividad promete devolver al Golfo a su lugar como una gran fuente de energía para Estados Unidos.

En 2001, sus aguas produjeron cerca de un tercio de todo el crudo y gas de este país. Desde entonces, la producción ha caído por la mitad a medida que los pozos se agotan y el gobierno concedió menos permisos a raíz de la explosión y el derrame de crudo de la plataforma Deepwater Horizon en 2010.

El año pasado, el Golfo de México representó menos de 10% de la generación energética del país, en parte debido a un incremento en la producción de pozos perforados en formaciones de esquisto. Los nuevos proyectos, de compañías como Hess Corp., exxon mobil Corp. y Chevron Corp., tienen una capacidad combinada para bombear alrededor de 900.000 barriles diarios, más que la producción de crudo y gas de California.

Esto no incluye los aportes de dos proyectos liderados por bp plC, que no quiso revelarlos detalles de su producción. Los costos han estado en alza, en parte porque las empresas están perforando más lejos de la costa y en aguas cada vez más profundas. Los pozos en aguas profundas son hasta 25% más caros hoy que en 2010, según Shell y Chevron, y cuestan alrededor de sus $300 millones cada uno. Las nuevas regulaciones han obligado a las empresas a adoptar más medidas de seguridad, como un conjunto extra de válvulas diseñadas para contener un pozo fuera de control.

Un desperfecto de ese tipo en un equipo causó el desastre de la Deepwater Horizon. Perforar un pozo en aguas profundas promedio tarda 13% más hoy que antes del desastre de 2010, según la firma de investigación Kessler e nergy llC, en parte porque las plataformas pasan más tiempo inactivas para ser inspeccionadas y recibir mantenimiento antes de operar.

Los perforadores en alta mar también deben competir por mano de obra capacitada que puede encontrar empleo más cerca de casa en yacimientos de esquisto, donde losn trabajadores no tienen que pasar semanas lejos de sus familias. “Como resultado, hay menos proyectos en progreso, o avanzan más lento”, dice Robert Kessler, presidente ejecutivo de la firma, sobre el aumento de los costos.

Por lo tanto, aunque los nuevos proyectos en progreso elevarán la producción energética en las aguas profundas del golfo a un récord de 1,9 millones de barriles al día en 2016, como prevén analistas de Wood Mac Kenzie, el crecimiento probablemente se estancará debido a los altos costos y las limitaciones tecnológicas. “La caída de los precios del petróleo no contribuye a la perspectiva a largo plazo tampoco, especialmente si la tendencia a la baja se mantiene por un tiempo prolongado”, dice Imran Khan, analista en la firma de investigación energética. Los ejecutivos dicen que habrá una gran demanda de combustibles de yacimientos frente a las costas de Louisiana y Texas.

Sin contar los costos, “los proyectos son sólidos, incluso en las condiciones actuales”, dice John Hollowell, subdirector ejecutivo de Shell. Hess empezó a bombear crudo de su instalación tubular Bells en
aguas profundas de Nueva Orleans. Exxon Mobil y Anadarko petroleum Corp. planean empezar dos proyectos importantes en el golfo en los próximos meses. Hess, Chevron y otros socios hace poco le dieron
luz verde a un proyecto de sus $6.000 millones en el golfo, a pesar de que los precios del crudo EEUU. Han caído a un mínimo de cuatro años de menos de us $80 el barril.

Incluso bp ha vuelto a hacer grandes apuestas en yacimientos marinos. La empresa, que se declaró
culpable de cargos penales y asumió us $43.000 millones en gastos relacionados a la plataforma deepwater Horizon, está desarrollando tecnología para bombear en aguas cada vez más profundas. En la próxima década planea invertir us $4.000 millones anuales en el golfo y seguir adelante con su “programa de inversión multimillonario”. p ara las grandes empresas, explorar en las aguas del Golfo de México es atractivo en comparación con otras partes del mundo. Muchos países ricos en petróleo de medio oriente y
América Latina limitan las ganancias de las petroleras.

Los pozos en aguas profundas también son más prolíficos que los campos de esquisto, lo que hace que las empresas puedan sostener más fácilmente su producción. mientras Olympus procesa 100.000 barriles de crudo al día, casi 3% de la producción global de Shell, la empresa ya está trabajando en un nuevo proyecto en el golfo a una profundidad de 2.895 metros, tres veces más profundo que lo que puede perforar Olympus.