San Pedro Sula, Honduras.
De enero a octubre de 2014, la moneda nacional acumula una devaluación de 67 centavos respecto al dólar, al pasar de L20.79 a L21.46 el precio de venta. Tal tendencia ya se venía arrastrando durante los doce meses del año pasado, cuando la divisa hondureña perdió su valor en 60 centavos de lempira respecto al billete verde.
Este valor reporta una depreciación de 2.6%, pero a nivel de Centroamérica, el colón de Costa Rica fue la moneda que más descenso ha tenido en lo que respecta al presente año, con una baja de 4.7%. El córdoba nicaragüense registró hasta el final del segundo trimestre del año una reducción de 3.1% y el quetzal de Guatemala, caso único, presentó una apreciación de 1.2%.
Interanualmente, la moneda costarricense también fue la más devaluada con 7.3%; seguido de Nicaragua con 4.8%; Honduras decreció 3.2% y Guatemala reportó una apreciación de 2.8%.
La devaluación del lempira regresó a la palestra pública tras la reciente visita de la delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, para expertos la ansiada firma marcaría simplemente el inicio de un proceso complicado en esta materia, porque el Gobierno se comprometería a llevar la parte más difícil, en la que también entra en condicionalidad la voluntad política de Honduras, expresa Hugo Noé Pino, miembro del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).
De acuerdo a la encuesta de opinión sobre expectativas económicas de Honduras que realiza el Banco Central de Honduras (BCH), la perspectiva de depreciación del tipo de cambio para mayo y diciembre de 2015 es de 2.6% y 2.7%, respectivamente.
¿Cómo funciona?
Hace 25 años el cambio del dólar era de L2.00; diez años después la divisa verde se cotizaba a L14.35 y en el 2009 era de 19.03. Para definir el valor de la moneda respecto al dólar, cada integrante de la región tiene un sistema diferente. En el caso de Honduras se usa el Sistema Electrónico de Negociación de Divisas (Sendi) del BCH, que se define en 7% por arriba de un tipo de cambio base. Este fluctúa cada cinco subastas diarias de divisas tomando en cuenta el diferencial entre la tasa de inflación doméstica y la estimada para los principales socios comerciales del país.
