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La caída del petróleo se suma a los problemas de Venezuela

  • 19 octubre 2014 /

La caída del petróleo de la se­mana pasada generó preocupacio­nes sobre si Venezuela podría entrar en cesación de pagos de su deuda so­berana.

Caracas, Venezuela.

El desplome de los precios del petróleo está poniendo en duda la estabilidad financiera de Venezuela, cuyos ingresos depen­den en gran parte del combustible.

Exportadores de petróleo desde Rusia hasta Irán han sido golpeados por los precios más bajos desde ju­nio de 2012. Pero pocos son tan vul­nerables como Venezuela, donde un gobierno populista y gastador ha te­nido que enfrentar una recesión, la escasez generalizada de productos y protestas masivas a principios de este año. “Ya estábamos en una si­tuación crítica y precaria con el pre­cio del petróleo a 97 dólares”, dijo Tamara Herrera, economista jefe de Síntesis Financiera, una firma de in­vestigación de Caracas. El viernes, el ministerio de Energía reportó que el crudo venezolano descen­dió US$5,07 para cerrar la semana en US$77,65 por barril, el nivel más bajo en cuatro años.

La caída del petróleo de la se­mana pasada generó preocupacio­nes sobre si Venezuela podría entrar en cesación de pagos de su deuda so­berana, la cual asciende a US$35.400 millones, según cifras del gobierno. La estatal Petróleos de Venezuela SA, o PdVSA, tiene otros US$32.000 millones en deuda.

El retorno en los bonos de refe­rencia del país, una medida amplia de la recompensa que los inversio­nistas requieren para prestarle di­nero al país, subió a más de 18% el jueves, un máximo de cinco años y el mayor rendimiento de cualquier nación deudora, muy por encima de países como Ucrania, donde hay una guerra, o Argentina, que recien­temente entró en default.

“Hay un riesgo claro de que las autoridades se queden sin dinero”, dijo David Rees, economista de la consultora Capital Economics, en Londres.

El declive aumenta la presión so­bre el gobierno del presidente Nico­lás Maduro, lo que probablemente generará decisiones políticas aún más tóxicas entre el recorte del gasto en una recesión o restringir las importaciones en un país que ya sufre de escasez y que importa el 75% de sus bienes y servicios.

A principios de mes, las reser­vas extranjeras venezolanas caye­ron por debajo de US$20.000 mi­llones, un nivel bajo comparado con otras economías grandes de América Latina y con las poten­cias petroleras globales.

Algunos, como Herrera, dicen que la crisis podría obligar al gobier­no a tomar medidas dolorosas para mejorar las finanzas, como subir el precio de la gasolina, que es prácti­camente gratis, junto con una deva­luación del bolívar, lo que permitiría que el ingreso en dólares del sector petrolero rindiera más cuando se convierte a la moneda local.

Pero ninguna de esas opciones está exenta de riesgos. Por ejem­plo, la devaluación del bolívar ele­varía el precio de las importaciones y echaría leña al fuego de la infla­ción más alta del mundo, estimada por la mayoría de los economistas en más de 60%. Elevar el precio de la gasolina sería una medida poco popular en términos políticos en momentos en que dos de cada tres venezolanos desaprueban la ges­tión del presidente.

“Con una caída en los precios del petróleo, no es un gran misterio, las cosas se van a poner mucho peor aquí”, dijo Luis León, un estudiante universitario y mesero de 20 años.

Maduro insiste en que el país es­tará bien. El miércoles pasado, en lu­gar de responder al pánico causado por el crudo, convocó a una confe­rencia de prensa para discutir una conspiración política en la que parti­cipan “adversarios extranjeros”.

A la pregunta de los precios del petróleo, el mandatario dijo que el país iba bien. “El precio del petró­leo tocará su piso y volverá a subir. Y Venezuela seguirá con sus planes so­ciales (...) Venezuela va pa’lante”.

Venezuela, donde el petróleo contribuye a 96% de los ingresos por exportaciones, disfrutó de un nivel de precios alto durante buena parte de la década pasada, cuando el go­bierno registró más de US$100.000 millones de ventas de crudo al año, según cifras oficiales. Esto ayudó al fallecido presidente Hugo Chávez a financiar su revolución socialista a través de un gasto masivo en vivien­da, alimentos y otros subsidios.

Pero incluso durante esa bonan­za, el país se empezó a quedar sin dólares. Parte del problema de Ve­nezuela es que de los 2,7 millones de barriles que produce al día, ape­nas 1,2 millones generan ingresos en efectivo, dice Ramón Espinasa, ex jefe económico de PdVSA.

Esto se debe a que Venezuela en­vía crudo a Cuba y otros países del Caribe a través de acuerdos espe­ciales por los que no recibe dinero. También envía cientos de miles de barriles a China al año, como forma de pago de los miles de millones en préstamos de Beijing, dicen exejecu­tivos de la industria petrolera.