19/04/2024
12:32 AM

'Para atraer a los chinos hay que revisar las leyes”: Carlos Kattán

El empresario advierte que 100 delegaciones desistirán de invertir en el país porque el marco jurídico no les favorece.

San Pedro Sula, Honduras.

Es empresario, promotor de inversiones, exdiputado del Congreso Nacional, presidente de la Fundación por la Amistad del Pueblo Chino con Honduras y tiene varios cargos que lo convierten en un personaje directo y sin censura. Se trata de Carlos Kattán, quien concede una entrevista a LA PRENSA sobre los avances en la relación diplomática y comercial entre Honduras y la República Popular de China.

¿Cuáles fueron las primeras intenciones de inversión que tuvo la República Popular de China con Honduras?

La República Popular de China en los años 80 y 90 tuvo un gran interés en entablar relaciones diplomáticas y económicas con Honduras, pero desgraciadamente no se pudo concretizar por razones geopolíticas que hicieron que China buscara en la región establecerse en Costa Rica. Eso trajo retroceso porque todos los compromisos sociales y económicos se establecieron en función de los intereses de Costa Rica.

¿Qué oportunidad tiene el país para recuperar el interés de China?

Honduras todavía puede atraer inversiones de China, pero tiene que hacer cosas puntuales. Una de ellas es revisar leyes que recuperen la confianza de los inversionistas.

Por ejemplo, cómo va a venir un empresario de China occidental a invertir $100 o $200 millones, si cuando quiera llevarse vía dividendos y parte de sus ganancias tiene que pagar dos veces: 10% de la empresa local china y cuando lo quiera transferir a la otra holding -empresa- es otro 10%.

¿Hasta ahora qué inversiones se destacan?

A pesar de que el presidente Juan Orlando Hernández está vendiendo muy bien la imagen del país, está con mente positiva y entusiasma a la comunidad internacional, no ha habido inversiones en 2014 de China ni de ningún país. Las que hay son las que vienen con el impulso de los Gobiernos anteriores y se están concretizando. Son inversiones planificadas y hechas, pero nuevas no hay.

¿A qué se debe tan débil movimiento en las inversiones extranjeras?

Cuando los inversionistas comienzan a investigar sobre los regímenes, la legalidad y la situación fiscal en Honduras, se retraen porque si se suma el impuesto sobre la renta, los recargos y aparte en esta doble imposición de pagos de dividendos que se convierte en un 20%, terminan pagando más del 65%.

¿Qué tan perjudicial resulta para el país no cambiar ese esquema legal?

Puedo garantizar que si este marco no cambia, 100 delegaciones de empresarios de la República Popular de China estarán muy entusiasmados, pero cuando sus abogados analicen el contexto legal y jurídico, van a llegar a la conclusión de que sus inversiones en un país como Honduras son para estar en riesgo.

¿Qué puede hacer el Gobierno para cambiar ese panorama?

Un mundo globalizado demanda respuestas rápidas y los funcionarios de Honduras -a excepción del mandatario que va a una velocidad tremenda- se mantienen en dos revoluciones: lento y lentísimo.

Por desgracia, el esfuerzo del Presidente podría quedarse en nada si su equipo de trabajo no camina a la misma velocidad.

¿En qué otros aspectos Honduras podría beneficiarse al entablar relaciones con China?

China va a controlar el mercado turístico del mundo en 2025; es una meta planificada que tienen. ¿Qué está haciendo Honduras en ese sentido? Costa Rica en un año logró mover más de 200,000 turistas chinos que podían haber saltado a Honduras a ver las Ruinas de Copán, a bañarse en los arrecifes de Islas de la Bahía, a ver nuestro bosque y no pudo venir ninguno porque en el tiempo en que se coordinan las excursiones nunca les dan las visas.

¿Cuál es el problema principal del país?

La pobreza es mental y de actitud porque muchos países que son más pequeños y sin los recursos de Honduras son ricos. Volvemos a lo mismo: reglas claras, seguridad jurídica y física para las personas.

Honduras es el país que más leyes tiene y no sirven para nada. Hagamos las cosas simples.