26/03/2024
12:01 AM

El desafío de Apple Pay es conquistar a los comerciantes

El gigante estadounidense espe­ra que Apple Pay haga que la gente se olvide de sus billeteras y empiece a comprar con sus iPhones.

Nueva York, Estados Unidos.

Apple Inc. ha reunido una lista impresionante de bancos y emi­sores de tarjetas de crédito que apoyan su nuevo servicio de pagos móviles. Lo que necesita son más comerciantes y usuarios.

El gigante estadounidense espe­ra que Apple Pay haga que la gente se olvide de sus billeteras y empiece a comprar con sus iPhones. El sis­tema se basa en una tecnología co­nocida como comunicación de cam­po cercano (NFC, por sus siglas en inglés), que no ha tenido una gran acogida entre los comerciantes.

Los negocios deben instalar un lector en las cajas registradoras para habilitar los pagos con sólo pa­sar el teléfono. Estos sistemas son usados hoy por menos de 10% de los comercios en Estados Unidos, se­gún Mark Hung, analista de la firma de investigación Gartner.

Apple informó que a partir de octubre los propietarios de iPhones 6 en EE.UU. podrán usar Apple Pay en 220.000 locales, entre ellos los de McDonald’s Corp. y las tiendas por departamentos Bloomingdale’s y Macy’s. En comparación, la Aso­ciación de Transacciones Electróni­cas dijo que más de nueve millones de comerciantes en el país aceptan tarjetas de crédito y de débito.

“Apple ha buscado respaldo en­tre los bancos emisores, pero no entre los comerciantes”, dice Ri­chard Crone, presidente ejecutivo de Crone Consulting, una firma de asesoría sobre pagos. “Muchos co­merciantes que tenían la tecnología NFC la han desactivado”.

Por ejemplo, la cadena estado­unidense de electrónicos Best Buy Co. instaló en muchas de sus tien­das escáneres con capacidad NFC, pero los desactivó en 2011 porque su costo de mantenimiento era de­masiado alto, indicó la empresa. El minorista no tiene planes de cam­biar de curso.

Los pagos móviles han sufrido el problema del huevo y la galli­na. Los comerciantes más peque­ños han sido renuentes a instalar el sistema, que puede costar entre US$300 y US$500 por aparato, de­bido a que pocos consumidores lo utilizan. Además, las comisiones pueden ser más altas que las que pagan por las tarjetas, dice Crone.

Apple, no obstante, tiene bue­nos antecedentes en el terreno de ayudar a masificar tecnologías o servicios existentes. Lo hizo con la tecnología de pantallas sensibles al tacto cuando diseñó el iPhone ori­ginal. También popularizó la des­carga legal de música cuando creó iTunes y permitió que los consu­midores compraran canciones por separado, en lugar de un álbum completo.

La tecnología NFC ya tiene más de una década y ha sido promovida como la forma ideal para permitir los pagos móviles. Google Inc. lanzó en 2011 Google Wallet, un servicio de pagos instalado en muchos de los teléfonos que usan su sistema operativo Android, pero la inicia­tiva no ha despegado.

Apple incursiona en el nego­cio de los pagos móviles en un momento oportuno. Las redes de tarjetas de crédito ejercen presión para que los minoristas instalen terminales de pago que acepten tarjetas que llevan un chip. Si no lo hacen, los comerciantes, no lo bancos, serán responsables por cualquier fraude que se cometa con estos instrumentos a partir de octubre de 2015.

En el proceso de actualizar los terminales, muchos negocios tam­bién incluirán el lector que no ne­cesita contacto con las tarjetas y de esa forma quedarán habilitados con la tecnología de pago NFC.
El interrogante es si Apple lo­grará que los minoristas activen sus máquinas NFC.

Silvio Tavares, presidente eje­cutivo de CardLinx Association, un grupo de la industria de pagos, dice que Apple se ha asociado con comerciantes con el fin de lograr que se acostumbren a pagar con un iPhone o un Apple Watch. “Se empieza a crear la costumbre y eso luego forja el punto de inflexión”, afirma Tavares. “Si hay alguien que lo puede hacer, es Apple”.