Tegucigalpa, Honduras.
Tras conocerse el moneto de la reducción en el proyecto de ley del Presupuesto General de la República queda por responder la pregunta de qué líneas presupuestarias o instituciones sentirán con más fuerza el pado de la tijera.
Los economistas prevén que los rubros afectados con el recorte sean las partidas de sueldos y salarios y las transferencias a las municipalidades. Estas últimas presentan retrasos en el cumplimiento desde 2011 y mensualmente representan una erogación de unos 1,200 millones de lempiras.
De acuerdo a los lineamientos de Política Presupuestaria para 2015, la meta de la masa salarial de la administración central respecto al Producto Interno Bruto (PIB) para 2015 es de 9.2% como máximo.
A pesar de estas reducciones, y en caso de efectuarse, los niveles siguen siendo altos y superan el promedio de la región Centroaméricana que es de 6.4%.
El plan plurianual indica que los sueldos y salarios crecerán en términos nominales, pero su relación con el PIB caerá, al proyectarse un mayor crecimiento económico.
Además, los fondos de las secretarías de Educación y Salud registrarían un congelamiento de sus recursos en términos reales. Actualmente el presupuesto de Educación supera los 23,000 millones de lempiras y el de Salud los 12,000 millones.
Sectores de la sociedad civil también advierten que el presupuesto siempre termina incrementándose. Todos los años, al primer semestre de cada ejercicio fiscal, los montos del presuesto registran modificaciones hacia el alza.
A mediados de 2014, el presupuesto presenta una ampliación de 3,748.7 millones de lempiras, explicado por congelamientos, transferencias y mayores donaciones, entre otras causas.
Para Mauricio Díaz Burdeth, del Foro Social para la Deuda Externa (Fosdeh), los 2,764 millones que se redujeron al prepupuesto 2015 no son realmente una reducción, porque la base sobre la que se calculó es el monto modificado y no el aprobado para 2014.
Una reducción real podría registrarse si las autoridades identifican a los empleados que continúan en calidad de “paracaidistas”, y si se cambian los mecanismos de entrega de las transferencias dijo Díaz Burdeth.
Tras conocerse el moneto de la reducción en el proyecto de ley del Presupuesto General de la República queda por responder la pregunta de qué líneas presupuestarias o instituciones sentirán con más fuerza el pado de la tijera.
Los economistas prevén que los rubros afectados con el recorte sean las partidas de sueldos y salarios y las transferencias a las municipalidades. Estas últimas presentan retrasos en el cumplimiento desde 2011 y mensualmente representan una erogación de unos 1,200 millones de lempiras.
De acuerdo a los lineamientos de Política Presupuestaria para 2015, la meta de la masa salarial de la administración central respecto al Producto Interno Bruto (PIB) para 2015 es de 9.2% como máximo.
A pesar de estas reducciones, y en caso de efectuarse, los niveles siguen siendo altos y superan el promedio de la región Centroaméricana que es de 6.4%.
El plan plurianual indica que los sueldos y salarios crecerán en términos nominales, pero su relación con el PIB caerá, al proyectarse un mayor crecimiento económico.
Además, los fondos de las secretarías de Educación y Salud registrarían un congelamiento de sus recursos en términos reales. Actualmente el presupuesto de Educación supera los 23,000 millones de lempiras y el de Salud los 12,000 millones.
Sectores de la sociedad civil también advierten que el presupuesto siempre termina incrementándose. Todos los años, al primer semestre de cada ejercicio fiscal, los montos del presuesto registran modificaciones hacia el alza.
A mediados de 2014, el presupuesto presenta una ampliación de 3,748.7 millones de lempiras, explicado por congelamientos, transferencias y mayores donaciones, entre otras causas.
Para Mauricio Díaz Burdeth, del Foro Social para la Deuda Externa (Fosdeh), los 2,764 millones que se redujeron al prepupuesto 2015 no son realmente una reducción, porque la base sobre la que se calculó es el monto modificado y no el aprobado para 2014.
Una reducción real podría registrarse si las autoridades identifican a los empleados que continúan en calidad de “paracaidistas”, y si se cambian los mecanismos de entrega de las transferencias dijo Díaz Burdeth.
