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Los bancos centrales sopesan opciones ante un crecimiento económico dispar

  • 21 agosto 2014 /

Funcionarios de la Reserva Fe­deral aguardan más señales de que la recuperación en el merca­do laboral seguirá en marcha antes de comenzar a elevar nuevamente las tasas de interés de referencia de corto plazo.

Jackson Hole, Wyoming, Estados Unidos.

Los presidentes de los bancos centrales que se reunirán aquí esta semana afrontan una eco­nomía global que no cumplió con sus expectativas, dejándolos entre la reticencia y la incapacidad para poner fin a las medidas de flexibi­lización monetaria que emplearon desde 2008 para estimular el creci­miento en medio de la crisis.

Funcionarios de la Reserva Fe­deral —desconcertados por una combinación de lento crecimien­to económico en Estados Unidos y una tasa sólida de generación de empleos— aguardan más señales de que la recuperación en el merca­do laboral seguirá en marcha antes de comenzar a elevar nuevamente las tasas de interés de referencia de corto plazo.

En otros lugares, las autorida­des debaten si deben hacer más o menos. China, la segunda mayor economía del mundo, después de EE.UU., sufre para cumplir con la meta de crecimiento establecida por el gobierno y algunos analistas de mercado anticipan reducciones en su tasa de interés de referencia. Japón, la tercera economía, pasó apuros luego de que el gobierno elevó los impuestos al consumo y el Banco de Japón está llevando a cabo programas de compra de va­lores para impulsar el crecimien­to.

Alemania, la cuarta economía, se contrajo en el segundo trimestre y el Banco Central Europeo está ex­perimentando con tasas de interés negativas. La economía británica tal vez sea la de mejor desempeño en el mundo desarrollado, pero el líder de su banco central se rehúsa a elevar las tasas de corto plazo.

“La recuperación global ha sido decepcionante”, dijo el vicepresi­dente de la Fed, Stanley Fischer, en un discurso en Estocolmo este mes. “Con algunas pocas excepciones, el crecimiento en las economías avan­zadas ha sido inferior a las expecta­tivas de expansión a medida que las economías salían de la recesión. Año tras año hemos tenido que explicar desde mediados de año en adelante por qué la tasa de crecimiento glo­bal ha sido menor de lo pronosticado hace apenas dos trimestres”.

Eso deja a los bancos centrales en una posición incómoda. Muchos temen que las bajas tasas de interés que están empleando para alentar el crédito y fomentar el crecimien­to podrían desatar una nueva bur­buja financiera. En lugares como Londres y Vancouver, los precios de los bienes raíces se han disparado, y las autoridades de la Fed ven con nerviosismo un auge en la emisión de préstamos apalancados y bonos chatarra. Por ahora, dependen de políticas regulatorias no probadas para prevenir otra crisis así como del mantenimiento de las bajas ta­sas de interés.

La Fed se dispone a poner fin en octubre a un programa de estímulo de compra de valores. Sus funciona­rios han dicho desde hace meses que prevén comenzar a subir las tasas de interés de corto plazo, que se ubican en casi cero, a mediados de 2015, o más tarde. La rápida caída de la tasa de desempleo de EE.UU., a 6,2% en julio desde más de 7% un año atrás, junto con mejorías en otras métri­cas del mercado laboral y modera­dos aumentos de la inflación, han ge­nerado un intenso debate dentro de la Fed sobre si las alzas de las tasas deberían llegar antes, posiblemente en marzo del próximo año.

Por ahora, las autoridades de la Fed quieren más pruebas de que los avances del mercado laboral serán sostenidos.
John Williams, presidente del Banco de la Fed de San Francis­co, dijo en una entrevista con The Wall Street Journal que no prevé un alza de las tasas de interés hasta mediados del próximo año. La fe­cha podría adelantarse si la tasa de desempleo sigue en descenso a un ritmo acelerado de un punto por­centual al año, pero señaló que el punto de referencia casi no ha va­riado en los últimos cuatro meses. Entre sus inquietudes está el ritmo dispar del crecimiento global. “Las corrientes en contra son en reali­dad muy fuertes”, dijo. “Usualmen­te, los países avanzan juntos”.

La presidenta de la Fed, Janet Yellen, marcará el viernes la pauta para las reuniones de esta semana en Jackson Hole con sus impresio­nes sobre los acontecimientos en el mercado laboral. Durante gran parte de este año, se ha referido a la capacidad ociosa en el mercado laboral —por ejemplo, una abun­dancia de trabajadores de tiem­po parcial que quieren empleos de tiempo completo—, que está man­teniendo baja la inflación y frenan­do el aumento de los salarios. Aun así, la mayoría de las autoridades de la Fed han recibido con sorpre­sa la rapidez con que ha mejorado el mercado laboral estadounidense este año, pese a que la economía se contrajo en el primer trimestre.

En el Reino Unido, el Banco de Inglaterra también se mueve con cuidado. El Fondo Monetario In­ternacional proyecta que el Reino Unido será la economía desarro­llada de más rápido crecimiento en 2014 después de varios años de estar casi estancada. El banco cen­tral británico prevé que el Producto Interno Bruto se expanda 3,5% este año, según sus pronósticos más re­cientes. El rápido crecimiento ha reducido el desempleo.

En cuanto a China, el reto de mantener el crecimiento se puso de manifiesto tras la publicación ayer de datos manufactureros más bajos de lo esperado. “El repunte econó­mico continúa, pero el ritmo se ha vuelto a enfriar”, aseveró Qu Hong­bin, economista del banco británico HSBC. El Índice de Gerentes de Com­pras Manufactureras de HSBC cayó en agosto a un mínimo de tres me­ses. Hace una semana, el banco cen­tral chino activó la alarma al anun­ciar que su medición más amplia de nuevos préstamos cayó en julio en dos tercios frente a junio.