Tegucigalpa. El flujo de café hondureño de contrabando, sobre todo a Guatemala, se acerca al millón de quintales, estiman los exportadores.
Según Osman Acosta, presidente de la Asociación de Exportadores de Café de Honduras (Adecafeh), este comercio irregular deja unos $100 millones en pérdida de ingreso de divisas, al reducirse la cantidad de café exportable a precio de mercado.
El dirigente exportador añade que al no contabilizarse el café contrabandeado como parte de las exportaciones, los valores que representan no ayudan al Gobierno a equilibrar la balanza de pagos.
Guatemala es frecuentemente señalado como el destino de la mayor parte del café que sale de contrabando; Acosta explica que esto se debe a la reducción de la cosecha en el país vecino, lo que motiva el ofrecimiento de altos precios por el grano a los caficultores hondureños, quienes de ese modo evitan el pago de las retenciones que se les hacen localmente y que en algunos casos pueden llegar a $13 por quintal.
A esto se añaden las pérdidas por roya y bajos precios, que según el Instituto Hondureño del Café (Ihcafé), han reducido el ingreso de divisas en 25% y 15.2 el volumen en la cosecha actual.
