19/04/2024
08:06 PM

Robo de camarón en el sur de Honduras es de $10 millones

Según la autoridad camaronera, unas 12 bandas de ladrones se quedan con más del 10% de la producción de camarón hondureño

Tegucigalpa. No es ninguna enfermedad o plaga lo que amenaza a la principal actividad económica de Choluteca y Valle, sino 12 bandas de ladrones que a la fecha han robado entre 3.2 y 3.5 millones de libras, lo que equivale a una generación de divisas que oscila entre $9 y $10 millones o L187 y L200 millones, confirmaron las autoridades de la Asociación Nacional de Acuicultores de Honduras (Andah).

Los alias de los principales cabecillas de los denominados “mapaches” o bandas dedicadas a este ilícito son “El Piquillo”, “El Saliva”, “El Pipe”, “La Segua”, “La Guavina”, “El Cachiro”, “La Colocha”, “El Renco”, “El Renco”, “Los Andino” y “Los Rubí”, entre otros, revelaron los guardias de seguridad.

Víctor Wilson, presidente de la Andah, indicó -entre otras consecuencias- el cierre de varias operaciones y el incremento de presupuestos que los empresarios se ven obligados a hacer para fortalecer las áreas de seguridad en las fincas.

En este sentido, demandan al Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández una mayor atención para este importante sector económico, que durante el año 2013 generó $219.8 millones por concepto de exportaciones, según el Banco Central de Honduras (BCH).

De acuerdo con los relatos de los jefes de seguridad, que en su mayoría son oficiales retirados de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, los esfuerzos para bajar el robo han carecido del apoyo de las oficinas públicas responsables de brindar protección a la inversión privada, lo que muchas veces ha provocado resultados a media porque las personas capturadas con las evidencias pronto han sido liberadas por las instancias judiciales.

Wilson manifiesta que esperan del Gobierno un mayor apoyo para combatir a los “mapaches” o bandas de ladrones de camarón que todos los años le generan millonarias pérdidas a este sector productivo.

Uno de los principales hallazgos revelados por los jefes de seguridad de las fincas camaroneras es que en este ilícito hay personal que trabaja para sus empresas que está ligado con las bandas dedicadas al robo.

A través de trabajos de inteligencia se logró detectar que personal interno suministraba información a los ladrones, obligando a las empresas, como primera medida, contratar personal de seguridad de otros municipios. Uno de los ejecutivos que aplicó medidas de seguridad bajó el porcentaje de robo de camarón de 80% a 20%.