Tegucigalpa. El cambio de la matriz energética desde la generación térmica a la de fuentes renovables no ha estado respaldada por resultados, según cifras de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee).
De acuerdo a estadísticas de la estatal eléctrica, en los últimos años, la generación de energía renovable al sistema interconectado nacional ha bajado en los últimos tres años.
Para diciembre de 2010, la generación total al sistema eléctrico fue de 6,744.3 gigavatios, de los que las plantas térmicas contribuyeron con el 52% (3,499.6 gigavatios -Gwh-), seguidos de la hídrica con 44.8% (3,080.3 Gwh), biomasa con 2.1% (142.1 Gwh) e importaciones con 0.3% (22.1 Gwh).
Sin embargo, para el presente año, la Enee reporta que la generación térmica ha mostrado un incremento respecto a diciembre de 2010, al aportar el 58.7% (3,477.6 gigavatios hora) a septiembre pasado, seguido de la hidráulica con 33.7% (1,999.1 Gwh), eólica con 3.7% (218.9 Gwh), biomasa con 2.6% (156.8 Gwh) e importaciones con 1.3% (76.4 Gwh).
Los informes estadísticos indican que la capacidad instalada ha registrado un pequeño incremento a partir de 2010, al pasar de 1,610 a 1,734.9 megavatios.
El aumento ha sido de 124.9 megas, de los que el parque eólico Cerro de Hula aportó 102 megavatios.
En 2010, el 61.6% de la capacidad instalada (992.5 MW) era térmica, mientras que la hidráulica alcanzó 32.7% (526.4 MW) y 5.7% (91.4 MW) era biomasa. En resumen, el 61.6% era energía sucia y 38.4% era de fuentes renovables. Para septiembre de 2013, la capacidad instalada ascendió a 1,734.9 megavatios, de los que los generadores térmicos aportaban el 56.3% (977.4 MW), seguido de la energía hidráulica, con 31.7% (550 MW), biomasa con 6.1% (105.5 MW) y eólica con 5.9% (102 MW). El 56.3% era energía sucia y 43.7% era limpia.
El gobierno de Porfirio Sosa aprobó 47 proyectos con capacidad de generación de 750 megas, los cuales siguen estancados por diversos factores.
