San Pedro Sula. La colocación de un nuevo tramo de bonos soberanos por $500 millones en el mercado internacional obligará al Gobierno a tomar algunas medidas que le permitan la obtención de recursos para honrar ese compromiso. Esas medidas pasan por ampliar la base tributaria o subir las tasas impositivas actuales.
La semana pasada el Congreso Nacional aprobó la ampliación de $250 millones en letras del Estado, con lo que se aumentaría a un total de $1,000 millones, de los que ya fueron colocados $500 millones en el Deutsche Bank de Alemania y en un banco de Estados Unidos a una tasa de interés de 7.5%.
Este panorama implica, además del incremento del endeudamiento público --que según la Secretaría de Finanzas era de $7,390.27 millones a septiembre--, tomar medidas que podrían generar efectos nocivos en la economía hondureña, sobre todo para la clase media.
“Un alto endeudamiento y un gran compromiso de pagar deudas anualmente a la larga a lo que obliga al Estado es a seguir incrementando impuestos”, explica Rafael Delgado, presidente del capítulo noroccidental del Colegio Hondureño de Economistas (CHE).
“Por la orientación que tiene este Gobierno se irá por un incremento en la tasa de Impuesto Sobre Venta (ISV) del 12 al 15%. La evasión y la defraudación fiscal es muy grande y ese problema ningún Gobierno lo puede combatir de raíz. Entonces, ante la imposibilidad de tomar medidas drásticas contra la evasión y la defraudación, el Gobierno tomará el camino más doloroso pero quizá el políticamente más viable, que es mediante un decreto para incrementar el ISV”, sostiene.
Para el economista, el pago del servicio de la deuda -que en 2012 fue de $121 millones para la externa y de L8,694 millones para la interna- compromete recursos del presupuesto general de la República para el ejercicio fiscal 2014.
“Es peligroso seguir endeudándose en un contexto donde no esperamos mayor crecimiento económico y donde el pago de deuda cada vez se vuelve más grande. Estamos ante una situación donde el gran pago de presupuesto se va al servicio de la deuda. Es peligroso, es una deuda que es cara y además es una deuda en dólares”, precisó.
Otro de los efectos más inmediatos del nuevo endeudamiento sería, según Delgado, el recorte del presupuesto en algunas Secretarías de Estado que, por la importancia de los servicios que se prestan a la población, deberían de concentrar mayor atención, como Salud y Educación.
Relación indirecta
Hugo Noé Pino, expresidente del Banco Central de Honduras (BCH) y economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), indica que el gran efecto de la nueva colocación sería el aumento inmediato de la deuda externa; además, reclamó que aún falta por definir si esa medida servirá para cubrir el déficit de 2013 o de 2014.
Sobre un eventual aumento del ISV, Pino considera que, a pesar que el Gobierno ha dicho que no habrá ningún incremento, ese problema en todo caso se derivaría del déficit fiscal existente, cuyo cierre para este año se proyecta entre un 8 y 9%.
“Está indirectamente relacionado. Si no hubieran excedido de los gastos en relación a los ingresos no necesitarían esos recursos, pero el Gobierno del presidente Porfirio Lobo dice que no va a aumentar los impuestos”, apunta.
“Lo que tienen que hacer es aumentar los ingresos para reducir el déficit y el gasto, pero eso lo pueden hacer vía eliminación de exoneración fiscal o vía mejoramiento de recaudación tributaria”, añade Pino.
Gabriel Perdomo, economista del Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), estima que la gravedad de la deuda radica en que el Gobierno se compromete para malgastar lo que se obtiene a través de bonos soberanos.
“En seis años se ha gastado más de L100 mil millones en educación y no la tenemos, más de 50 mil millones en salud y no la tenemos, lo mismo en Seguridad”, amplía Perdomo.
Sobre un posible aumento de la base del ISV, Perdomo advierte que esto tendría un efecto “bastante negativo” en la economía hondureña. “Quien cargaría con esos nuevos impuestos sería la clase media hondureña y los hogares de más bajos ingresos. Por eso esperamos que el nuevo Congreso tenga la valentía de proteger al pueblo, porque sí tendría efectos bastante nocivos”, concluye.
