El mercado de la aviación ejecutiva en Brasil, para empresarios, famosos, millonarios o todos los que valoren su tiempo en oro, creció en los últimos años y busca seguir expandiéndose a pesar de las turbulencias de la crisis económica mundial.
En el aeropuerto de Congonhas, en Sao Paulo, 70 aeronaves están expuestas en la novena edición de Labace, la “segunda mayor feria de aviación ejecutiva del mundo”, según sus organizadores de la Abag (Asociación Brasileña de Aviación General), como se llama al sector de la aviación civil que no es el comercial.
“El mercado de la aviación ejecutiva ha crecido mucho en Brasil, a diferencia de otros países. Entre 2010 y 2011 creció 6.4% en el país y para el período 2011-12 esperamos que se expanda en torno a 4.5 ó 5%, un crecimiento bastante fuerte”, dijo el presidente de Abag, Eduardo Marson.
“A pesar de eso no estamos libres de la crisis mundial”, alertó.
La feria, en que participaron un centenar de empresas, acoge a grandes fabricantes mundiales de aviones ejecutivos como la canadiense Bombardier o las estadounidenses Gulfstream y Hawker Beechcraft, otras como la europea Airbus o las brasileñas Tam y Embraer, entre otras proveedoras de servicios, seguros o manutención.
El año pasado, la feria exhibió 60 aeronaves, registró 15 mil visitas en tres días y cerró negocios por 400 millones de dólares.
Dentro de la aviación general figura la aviación ejecutiva -para empresas u hombres de negocios-, de instrucción, la aviación privada y otra de servicios especiales como actividades agrícolas o ambulancias aéreas.
“Todos estos segmentos han crecido en Brasil, pero sobre todo la ejecutiva. Crecen la economía, las empresas y el número de personas ricas. Eso aumenta la venta de aeronaves”, dijo durante un panel Dorieldo Luis dos Prazeres, asesor en regulación aérea de la Agencia Brasileña de Aviación Civil.
Alcance
En Brasil, la aviación comercial vuela regularmente a 130 municipios cuando la ejecutiva alcanza a 3,500, según Abag, cubriendo así un 75% de este país de dimensión continental, con 191 millones de habitantes, que recientemente alcanzó el puesto de sexta economía mundial.
Pero Brasil no está blindado contra la crisis internacional.
El Gobierno recortó hace poco a 3% su previsión de crecimiento para 2012, aunque el mercado financiero espera apenas 1.85%. En 2011, la economía brasileña creció 2.7% después del vigoroso 7.5% en 2010.
Aún así es un mercado atractivo.
“Para nuestra división de aviones ejecutivos Brasil es un mercado muy interesante, con una creciente cantidad de clientes. Las compañías brasileñas participan más y más en la economía global, necesitan hacer más viajes, llegar a más lugares”, señaló Annie Cossette, una portavoz de Bombardier.
En 2011 se registraron 13,094 aeronaves de aviación general en Brasil. Un cuarto de ellas en Sao Paulo, la capital económica del país, en cuyo espacio aéreo vuelan sin parar los helicópteros que trasladan a hombres de negocios lejos del caótico tráfico de la superficie. AFP
Más negocios, menos tiempo
Cómodas butacas de cuero y alfombras mullidas reciben a los pasajeros de un Lineage 1000, la mayor y más lujosa nave ejecutiva de Embraer, que expone desde el más pequeño modelo Phenom 100, que cuesta 4 millones de dólares y puede transportar entre seis y ocho ocupantes, hasta el Lineage 1000, con capacidad de hasta 19 pasajeros y vendido a partir de 53 millones de dólares.
Embraer entregó su primera nave ejecutiva en 2002 y hasta ahora ha despachado 540. De ese total, 112 en Brasil y más de la mitad solo en los dos últimos años.
Los otros grandes mercados para los aviones ejecutivos de Embraer están en Estados Unidos y Europa, aunque sigue abriéndose camino en China.
“Somos muy jóvenes en el mercado, pero nos ha ido muy bien”, comentó Marco Tulio Pellegrini, vicepresidente de Operaciones de Aviación Ejecutiva de Embraer.
