San Pedro Sula, Honduras.
Directivos de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico) mostraron su preocupación ante la notificación de la Secretaría de Desarrollo Económico (SDE) para pronunciarse sobre la solicitud de modificar los derechos arancelarios de importación para una gama de productos derivados del hierro y acero.
Gustavo Boquín, recién juramentado como presidente de la Chico, dijo a LA PRENSA que sería un “duro golpe” para la industria de la construcción, ya que imponer aranceles lo único que hace es encarecer los productos del país y generar ineficiencias en la producción.
El empresario de la construcción señaló que las personas que han solicitado la salvaguarda son pequeños productores nacionales, pero que los mismos producen muy poco y que lo que buscan es dejar fuera a los importadores que no producen.
Boquín expresó que la Chico está totalmente en desacuerdo que se imponga un incremento a los aranceles de acero y que se debe mantener en cero para ser competitivos.
Juan Carlos Sikaffy, presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) y expresidente de la Chico, también dijo que está en desacuerdo con un arancel al acero.
Los representantes de la Chico manifestaron que lo que la SDE debería hacer es proteger la industria del cemento, que el producto que se importe sea uno que cumpla la normativa internacional y que garantice los procesos de seguimiento y trazabilidad desde que son embarcados hasta que lleguen a Honduras.
LA PRENSA consultó a María Antonia Rivera, designada presidencial y ministra encargada de la SDE, sobre lo de los aranceles y manifestó que en ningún momento se han planteado incrementarlos y que lo único que se hizo es el procedimiento correspondiente cuando alguien presenta una solicitud de salvaguarda consultando a distintas organizaciones para tener su opinión técnica y de acuerdo con eso y la parte legal se toman las decisiones.
