Tecnología y ciencia, apuesta para el futuro de la caficultura nacional

TEUPASENTI, EL PARAÍSO.

Durante la última década, Honduras decidió apostar por el negocio del café aumentando el volumen de las exportaciones. En ese período de tiempo los envíos al extranjero aumentaron en 5 millones de quintales, convirtiendo al país en el quinto exportador a nivel mundial.

Sin embargo, los ingresos de los cafetaleros no se incrementaron de forma paralela con los volúmenes de exportación y, según cifras del Instituto Hondureño del Café (Ihcafé), cerca del 90% se encuentran con deudas provocadas por los precios bajos en el mercado internacional.

Exportación La empresa Fortune cuenta con 200 manzanas sembradas, exportando su café a Estados Unidos, Taiwán, Japón, España y en un futuro a Australia.

En ese contexto, en 2015 seis empresas decidieron invertir más de 100 millones de lempiras, en lo que ellos llaman caficultura del siglo XXI para dejar de cosechar y exportar café de forma tradicional y empezar a usar tecnología y ciencia para alcanzar altos niveles de productividad y sostenibilidad.

El café de mayor calidad requiere más exigencia, pero tiene más rentabilidad. Rubén Darío Sorto, presidente de Fortune

Fortune Mountain Specialty Coffee es una empresa ubicada en Teupasenti, El Paraíso, que creó un modelo de negocio innovador y disruptivo, donde a pesar de que el precio del café se encuentra deprimido, la oferta de cafés especiales con procesos tecnológicos permiten obtener precios diferenciados en el mercado internacional.

Rubén Darío Sorto, presidente de la empresa, explicó que Honduras debe enfocar su producción en cafés especiales y en el uso de nuevas técnicas de producción que permitan a los caficultores tener más ganancias con cafés especiales.

Entre las prácticas que distinguen a la empresa en sus fincas están el no utilizar pesticidas, ni herbicidas o fertilizantes que puedan contaminar los suelos y las fuentes de agua, implementar un control de nutrición con un programa de tecnología basado en microorganismos para optimizar la captura de bióxido de carbono en los suelos, análisis de la acidez de los suelos, estudio de la savia de las plantas, el registro climático con equipo especializado y el monitoreo aéreo de las fincas con drones.

Si utilizamos herbicidas matamos el suelo, es el problema de los productores. Gregorio Rivas, ingeniero supervisor

Las prácticas mencionadas han permitido que las plantas cultivadas empiecen a producir café de exportación a los 18 meses y no hasta los tres años como normalmente ocurre en la caficultura nacional. Otra diferencia que se puede observar en sus nuevas técnicas es la producción de quintales por manzana. El promedio nacional es de 24 quintales por manzana y 32 por hectárea; las fincas de Fortune producen 65 quintales por manzana.

Maqueta virtual de la planta de Fortune. LA PRENSA observó los cuidados de las fincas. La siembra por terrazas es otra característica

Innovación. En enero de 2020, la empresa inaugurará una de las plantas poscosecha más modernas de Latinoamérica y del mundo. Con una inversión de un millón de dólares (L24.7 millones) que se obtuvo a través de Banrural y el Banco Hondureño de la Producción y la Vivienda ( Banhprovi).

La planta contará con equipo de fermentación y deshidratación controlada y trillado/clasificación hasta empaque al vacío que permitirá estandarizar por primera vez la calidad del café en el país.

La división de las variedades es una de las claves para mantener la calidad. Se utiliza equipo que permite medir las condiciones climáticas.

Compromiso

El presidente de Fortune explicó que también están apoyando el desarrollo de las aldeas Potrerillos y Las Flores con un proyecto de electrificación. Además, junto al Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal (ICF), han sembrado más de 6,000 árboles maderables y desarrollado un plan de reforestación para proteger las fuentes de agua en las fincas.

20 variedades especiales de café son producidas entre los 1,200 y 1,500 metros sobre el nivel del mar.

Además, en los próximos meses conformarán una cooperativa donde se agrupará a los pequeños productores para incorporarlos a las nuevas prácticas y procesos.

“Creemos que el hondureño es capaz de lograr cualquier cosa que se proponga, y sus posibilidades se ven multiplicadas si recibe la educación y el entrenamiento adecuado en el uso de tecnologías agroalimentarias, así como en tecnologías de la información que permitan ofrecer al consumidor mundial productos de alto valor”, dijo a LA PRENSA Rubén Darío Sorto.

3 claves de la planta: es considerada por expertos como una de las instalaciones más modernas del continente