Roya y precios bajos tienen atados de manos a cafetaleros

Ocotepeque.

Isidoro Gavarrete (de 65 años) asegura que trabajará en el café hasta donde le sea posible. Una artritis avanzada en ambas manos y lesiones en sus ojos tras ser rasgados por las ramas secas de su finca, son algunas de las adversidades físicas que enfrenta el productor de la aldea San Francisco de Cones, en Sensenti, Ocotepeque.

Como él, todos los cafetaleros sobreviven a una de las peores crisis de la historia reciente; por un lado, la persistente plaga de la roya que llegó a las variedades que se suponía eran de mayor resistencia, y por el otro, la caída de los precios internacionales del café que les ha acortado al mínimo los recursos económicos para invertir en sus tierras.

“Voy a hacer el sacrificio hasta donde pueda con el alcance de mis fuerzas. Aunque no está fácil, es el único granito que nos levanta”, asegura don Isidoro, quien junto a otros amigos cafetaleros conversaron con periodistas de LA PRENSA sobre la problemática que afrontan.

Datos - 4.9 millones de sacos total de ventas externas de café hondureño al 30 de abril pasado. - 93 dólares el quintal precio actual del quintal de café en la bolsa de NY.

Su pariente Juan Antonio Gavarrete asegura que el precio actual del café es el mismo de hace 22 años, con la excepción que para finales de 1990 el jornal (el día de trabajo) era entre 12 y 15 lempiras, y ahora unos 150 lempiras.

“Quienes dirigen este país no buscan mercados para el café. En estos países, todo mundo se dedicó a sembrar café, incluso en zonas donde antes no estaba siendo sembrado”, agrega.

La incierta situación actual disparó la migración de varios cafetaleros, en su mayoría rumbo a los Estados Unidos. Contrario a años anteriores, incluso han salido jefes de familia y madres con sus hijos pequeños.

La roya impide el crecimiento del grano y deja marcas en las hojas.

“ La necesidad de pagar los compromisos que tienen y porque el café no da, muchos se han visto en la necesidad de migrar. Lo que consumimos va para arriba y lo que producimos va para abajo siempre”, refiere el caficultor José Marcelino Mejía.

El productor, también socio de la Cooperativa Cafetalera San Francisco de Cones (Cocasancol), es del criterio que si a los cafetaleros se les facilitara capital a plazos largos con intereses bajos, podrían trabajar y mantenerse.

Además 1-Aspiraciones de seguir estudiando San Francisco de Cones cuenta con su propio centro básico hasta noveno grado. En el municipio está la secundaria completa. Muchos jóvenes de la comunidad anhelan recursos que les permitan entrar a la universidad. 2-Más proyectos de secadoras de café Los productores de la zona demandan apoyo del Gobierno y demás actores para el desarrollo de proyectos de riego y secadoras de café, que les permitan tener un mayor empoderamiento y control de sus fincas.

“ Uno que ya tiene más edad, por lo menos logró medio ubicarse con su terrenito. Los precios y la enfermedad nos vinieron a fregar, pero con dinero que se hallara a bajos intereses y plazos largos para pagarlos, empezaríamos de cero, confiando en Dios que pudiéramos trabajar”, reitera. Pese a la altura mayor a los 850 metros sobre el nivel del mar y las condiciones climatológicas favorables, la agricultura en el valle de Sensenti está limitada a pequeñas áreas de hortalizas y cultivos de temporada con métodos tradicionales de producción.

Los cafetaleros consultados aseguran que de contar con sistemas de riego, lograrían diversificar su producción y dejar de depender en su totalidad del aromático. “Mi parcela es apta para sembrar sandía, melón y chile, pero no tenemos sistemas de riego”, comenta Mejía.

Asimismo, el cafetalero Melvin Gavarrete destaca que hay parcelas de finca donde puede sembrarse zacate para ganado, “pero hacen falta los fondos para hacer todo eso”.

Productores de la zona conversaron con LA PRENSA sobre la crisis actual que enfrentan.

Contribución. De los 15 departamentos productores de café en Honduras, Ocotepeque ocupa el sexto lugar en términos de volumen, con unos 800,000 quintales oro cosechados en promedio en la temporada pasada.

Con el panorama actual, los cafetaleros de Sensenti creen que está en riesgo un 50% de la producción por efecto de la roya y cambio climático que prolongó el verano.

En términos de comercio exterior, según la Asociación de Exportadores de Café de Honduras (Adecafeh), al 30 de abril pasado sumaron 4.9 millones de sacos de 46 kilogramos, que representa una baja interanual de 9%, es decir, una caída de 505,000 sacos.

Autoridades del Instituto Hondureño del Café (Ihcafé) previeron al inicio de la temporada 2018-2019 que la producción nacional rondaría los 10.6 millones de sacos de 46 kilogramos. Tras la situación actual, ha bajado el pronóstico a una pérdida de entre 2 y 3 millones de sacos en comparación a 2017-2018.

En la bolsa de valores de Nueva York, la libra de café apenas ronda los 93 centavos de dólar, el promedio mensual más bajo desde julio de 2006. El valor actual es la tercera parte del precio acordado en 1983 por los socios de la Organización Internacional del Café (OIC) al ser ajustado a la inflación. Entonces, los países miembros consideraron que $1.40 la libra era un precio que recogía costos de producción y tasa de ganancia para los cafetaleros.

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