La desigualdad contribuye al hambre y a las distintas formas de malnutrición, sentencia un informe de la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La contracción económica sufrida por América Latina y el Caribe, el conflicto político en algunos países y el incremento de los desastres originados por fenómenos naturales han tenido como resultado el aumento de la migración, el crecimiento de las tasas de pobreza y de pobreza extrema, y el consecuente deterioro de los perfiles de hambre y malnutrición en la región.
Actividades
1Entrega de frutas en escuelas públicas Representantes de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) entregarán hoy frutas en escuelas públicas de la capital como parte de la conmemoración del Día de las Frutas en Centroamérica y RD.
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Ante tal panorama, las frutas tienen un valor importante en el freno de la epidemia de la obesidad, al ser un pilar fundamental para una buena alimentación.
Para Centroamérica y República Dominicana, la fruticultura es un sector estratégico para el desenvolvimiento económico, al significar una tercera parte de la producción agropecuaria y un combate contra la pobreza, mediante la generación de empleo y oportunidades de emprendimientos en el área rural.
Desde 2016, la subregión conmemora cada 3 de mayo el Día de las Frutas en Centroamérica y la República Dominicana, con la realización de distintas actividades para resaltan el valor del sector frutícola y su contribución a las metas de erradicación del hambre y la pobreza establecidas en la Agenda de Desarrollo Sostenible al 2030.
Asimismo, la fecha pretende resaltar su importancia en las dietas saludables, su contribución a la producción agrícola y sus beneficios para el ambiente.
“La fruticultura, bien manejada, también ofrece grandes aportaciones al ambiente y es fuente de biodiversidad. Por ejemplo, los cultivos perennes o de ciclo largo contribuyen a la captura de gases de efecto invernadero”, expone la FAO.
“Los desafíos que enfrenta la fruticultura”: Adoniram Sanches,FAO La fruticultura enfrenta desafíos, tales como los efectos del cambio climático en la producción y el impacto de las pérdidas y desperdicios de alimentos. Se estima que 127 millones de toneladas de alimentos se pierden o desperdician cada año en América Latina y el Caribe, de los cuales las frutas y las hortalizas suponen el 55%.
Impulsar el sector y enfrentar estos desafíos requieren el fomento de políticas públicas articuladas entre los sectores de desarrollo agropecuario, social, ambiente, comercio, educación y salud. De esta forma, los países podrán abordarlos de forma integral y aprovechar el potencial del sector para favorecer un desarrollo rural más sostenible e inclusivo y combatir la malnutrición y la pobreza en la subregión. La FAO apoya a los países de Centroamérica y a la República Dominicana en la formulación de políticas diferenciadas y articuladas, que fortalezcan a los agricultores familiares y contribuyan a la diversificación agrícola, el acceso a mercados, capacitación y tecnología, así como hacer frente a las pérdidas y desperdicios de alimentos como una estrategia para combatir el hambre, la pobreza y la malnutrición. |