San Pedro Sula, Honduras.
De la planta a la taza, el café es una bebida compleja con una infinidad de sabores y aromas.
Desde el Centro de Investigación y Capacitación Jesús Aguilar Paz en Ilama, Santa Bárbara, especialistas desarrollan programas de investigación y capacitación, como los desarrollados en la escuela de catación.
“Tenemos 15 años de estar en la escuela de catadores y nuestra labor fundamental es llevar a jóvenes de las diferentes zonas cafetaleras que no conocen nada, para después se vuelvan expertos”, explica Carlos Pineda, director de la escuela de catadores en el centro en La Fe, una comunidad en Ilama, Santa Bárbara.
La institución es una de las siete de su tipo que el Instituto Hondureño del Café (Ihcafé) tiene distribuidas en diferentes puntos del país para ejecutar todos los trabajos de investigación de manera coordinada.
“Instruimos a los jóvenes una vez al mes por 24 meses para que sean profesionales en diferentes temas de caficultura, de manera que cuando salen tienen habilidades muy competentes”, agregó Pineda.
Unas 250 personas han egresado de la escuela de catación y sus instructores esperan incrementar la cifra considerando que cada vez hay interés de las personas por aprender de café.
En Honduras también ha crecido el interés por capacitar a los baristas, quienes son los encargados de preparar las bebidas a base de café.
Para José Luis Herrera, encargado de barismo profesional de Espresso Americano, son los baristas los responsables de hacer que el consumidor capte el trabajo hecho por el productor desde la finca.
“Los baristas hemos crecido como profesionales y siempre debemos trabajar mucho por representar el café de un productor que ha puesto su confianza en nosotros”, agregó. El consumo de aromático ha crecido 2.5% cada año, situándose hasta los 152.1 millones de sacos de 46 kilogramos en promedio demandados en todo el mundo.
De la planta a la taza, el café es una bebida compleja con una infinidad de sabores y aromas.
Desde el Centro de Investigación y Capacitación Jesús Aguilar Paz en Ilama, Santa Bárbara, especialistas desarrollan programas de investigación y capacitación, como los desarrollados en la escuela de catación.
“Tenemos 15 años de estar en la escuela de catadores y nuestra labor fundamental es llevar a jóvenes de las diferentes zonas cafetaleras que no conocen nada, para después se vuelvan expertos”, explica Carlos Pineda, director de la escuela de catadores en el centro en La Fe, una comunidad en Ilama, Santa Bárbara.
La institución es una de las siete de su tipo que el Instituto Hondureño del Café (Ihcafé) tiene distribuidas en diferentes puntos del país para ejecutar todos los trabajos de investigación de manera coordinada.
“Instruimos a los jóvenes una vez al mes por 24 meses para que sean profesionales en diferentes temas de caficultura, de manera que cuando salen tienen habilidades muy competentes”, agregó Pineda.
Unas 250 personas han egresado de la escuela de catación y sus instructores esperan incrementar la cifra considerando que cada vez hay interés de las personas por aprender de café.
En Honduras también ha crecido el interés por capacitar a los baristas, quienes son los encargados de preparar las bebidas a base de café.
Para José Luis Herrera, encargado de barismo profesional de Espresso Americano, son los baristas los responsables de hacer que el consumidor capte el trabajo hecho por el productor desde la finca.
“Los baristas hemos crecido como profesionales y siempre debemos trabajar mucho por representar el café de un productor que ha puesto su confianza en nosotros”, agregó. El consumo de aromático ha crecido 2.5% cada año, situándose hasta los 152.1 millones de sacos de 46 kilogramos en promedio demandados en todo el mundo.
