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Los asalariados que más tributan al ISR son...

  • 22 enero 2018 /

El eslogan fiscal “los que más ganan, más pagan” se aplica a más de 120,000 profesionales y ejecutivos.

Tegucigalpa, Honduras

Aunque cada año se amplía la base exenta para el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR), este tributo sigue castigando a los asalariados profesionales en cargos medios y ejecutivos.

La base exenta pasó de 145,667.1 a 152,557.16 lempiras. A esta cifra se le agregan 40,000 lempiras de gastos médicos.

Por lo que la primera escala, la cual queda exenta de pagar impuestos, alcanza los 192,557.16 lempiras anuales, es decir 16,046.43 lempiras al mes.

A esta cifra se suman los pagos a la seguridad social (1.5%) y pensiones, que no son gravados.

La mayor parte de los asalariados hondureños ganan el salario mínimo (8,900 lempiras) o menos y por eso están fuera del margen de este tributo.

Las autoridades del Servicio de Administración de Rentas (SAR) destacan que al ampliar la base 4.7% (inflación 2017), se benefician 4,900 empleados de forma directa, siempre y cuando no reciban un aumento salarial de 5% este año.

Sin embargo, más de 120,000 trabajadores están arriba de esta base y deben tributar entre 15, 20 o 25% de su salario anual.

Los montos de ingresos y la progresividad con la que se aplica este impuesto provoca que algunos empleados, sobre todo en cargos ejecutivos, terminen pagando el equivalente a “dos o más salarios mensuales”.

¿Trampa tributaria? La Ley del ISR está vigente desde 1963 y actualmente es la segunda fuente de ingresos públicos.

Se grava cualquier ingreso, sea este utilidad, ganancia, renta, interés, producto, provecho, sueldo, jornal u honorarios y en general cualquier percepción en valores, en especies o en créditos, que modifique el patrimonio del contribuyente.

Se ha revisado en varias ocasiones debido a la devaluación del lempira frente al dólar y el aumento del costo de vida.

En 2009 se aumentó en cinco puntos la base impositiva y desde entonces cada asalariado empieza a pagar un 15% de sus ingresos.

Hasta el 2016 se revisó la base impositiva y a partir de 2017 se aplica de forma automática el ajuste y con ello se reduce el impacto en los salarios.

Sin embargo, para profesionales y ejecutivos que reciben altos salarios, el pago puede ser equivalente a uno, dos o más salarios a favor del gobierno.

ISR vs. 13 y 14 salarios. Los egresados profesionales que devengan entre 16,500 y 20,000 lempiras al mes (198,000 y 240,000 lempiras al año) caen en la primera categoría de 15%, sin incluir deducciones de IHSS y RAP. Los que ganan 20,000 lempiras pagan unos 7,400 lempiras al año. Los que devengan 25,000 lempiras entran en la categoría de 15 y 20% y terminan pagando cerca de 17,000 lempiras. Los que ganan 30,000 lempiras mensuales rondan los 29,000 lempiras, es decir casi un mes de salario.

“Ya en los 35,000 lempiras de salario el pago superará el mes de salario y a partir de 45,082 lempiras se aplica un 25% de impuesto”, explica el auditor Elder Torres.

Son los que ganan 40,000 a 50,000 lempiras, agrega Torres, podrían pagar hasta un mes y medio de salario. A partir de 80,000 lempiras se podría pagar el equivalen a dos salarios (160,000 lempiras) y con 90,000 lempiras se entra en una categoría especial. “La ley permite gravar el decimotercero y decimocuarto salario y sumarlo al cálculo del ISR”, confirmaron fuentes de Finanzas. Entre enero y septiembre de 2017, la SAR registraba “94,890 declaraciones de personas naturales y 27,046 de declaraciones jurídicas”. Es decir unas 121,936 asalariadas aportan al ISR por ingresos. En el Presupuesto 2017, Finanzas estimó una meta de recaudación de 6,455 millones de lempiras para este grupo de personas.

Cepal. Para la Cepal en su informe “Panorama fiscal de Latinoamérica 2017”, una limitación importante del Impuesto sobre la Renta personal es que se recauda “fundamentalmente sobre los asalariados, es decir, recae sobre los trabajadores formales en relación de dependencia, a los cuales se les realiza la retención en su fuente de ingreso”. “Esta estructura desequilibrada afecta la equidad horizontal del impuesto, ya que la mayor parte es soportada por este tipo de trabajadores, mientras que los trabajadores independientes tienen mayores posibilidades de evasión y elusión, y las rentas de capital se benefician de un tratamiento preferencial, ya sea porque tributan a una tasa menor o porque simplemente no se encuentran gravadas”, destaca Daniel Titelman, director de la división de desarrollo económico de la Cepal.