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Petroleras comienzan a disputarse el mercado mexicano

  • 12 diciembre 2017 /

El país azteca se convierte en el más codiciado de América Latina

Ciudad de México

Los brillantes logos de petroleras como la británica BP, la anglo-holandesa Shell o la estadounidense Exxon-Mobil ya surgen en calles y carreteras de México operando flamantes gasolineras que buscan seducir a millones de automovilistas, en un mercado aún incipiente pero que promete enormes ganancias.

Con el precio de la gasolina liberado desde diciembre en todo el país, cayó el último control oficial y arrancó la libre competencia tras siete décadas de monopolio estatal.

'México va a importar más gasolina en las siguientes dos décadas que el resto de Latinoamérica junta, entonces el tamaño de la oportunidad que tienen es bastante alto', estima Ixchel Castro, experta del mercado gasolinero de Wood Mackenzie.

La primacía de México incluso sobre Brasil responde a que el país sudamericano complementa su consumo de gasolina con biocombustibles. Castro calcula la demanda gasolinera mexicana en 2018 en 790.000 barriles diarios, de los cuales 525.000 serán importados.

Es el alba de un mercado llamado a ser el más grande y codiciado de Latinoamérica por gigantes del sector.

La apertura, propiciada por una reforma energética en 2013, busca revertir años de menguante producción petrolera local mediante millonarias inversiones privadas que también alcancen al deficitario mercado gasolinero mexicano.

Con 11.774 gasolineras para 43 millones de vehículos en circulación, México está lejos de Brasil, que proporcionalmente tiene el doble de estaciones de servicio, o de Estados Unidos, con el cuádruple.

Foto: La Prensa

Más aún, México tiene solo 10% de la capacidad de almacenamiento de combustibles recomendada internacionalmente. Así, ante un hipotético corte de suministro, el país tendría gasolina solo para tres días.

- Muchas marcas, un solo proveedor -

Aunque ya son 30 las marcas, extranjeras y nacionales, peleándose un pedazo del pastel, en la práctica el único gran proveedor de gasolina sigue siendo la estatal mexicana Pemex.

En cuatro años de apertura, Pemex pasó del control total de las gasolineras a un 82%. Además, la compañía sigue siendo la principal operadora de infraestructura para importar y distribuir el combustible.

El regulador energético estima unos dos años hasta que los privados echen a andar sus propios terminales, ductos y almacenes, con inversiones por unos 6,200 millones de dólares.

Otros 12.000 millones se invertirán en gasolineras, el punto de encuentro entre el ciudadano común y la industria, y donde se librará la batalla por los clientes.

Los privados ya operan 2,178 gasolineras y poderosos nuevos actores van sumándose. La estadounidense Exxon-Mobil anunció la semana pasada la apertura de ocho estaciones, con gasolina propia introducida por tierra, mientras que la francesa Total debutará próximamente.