Tegucigalpa, Honduras.
Concebido como una herramienta para promover la transformación empresarial en el país, el Centro de Innovación Tecnológica o Fab Lab CCIT, permitirá la reinserción económica y rehabilitación física de jóvenes migrantes retornados con mutilación de brazo y antebrazo. Recién instalado por la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), el laboratorio de formación técnico-empresarial tuvo un costo de tres millones de lempiras y está equipado con tecnología avanzada.
El Fab Lab CCIT, “donde el único límite será la imaginación”, tendrá una política de puertas abiertas para que emprendedores, pequeños, medianos y grandes empresarios y, sobre todo, jóvenes estudiantes, puedan crear, innovar y desarrollar prototipos de nuevos productos mercantiles.
El director ejecutivo de la CCIT, Rafael Medina, aseguró a
Dinero & Negocios que los resultados de este centro tecnológico serán elementos importantes para transformar la visión de negocios de empresas y la economía nacional, ya que es la primera incursión en la biomédica, actividad relacionada con la creación y producción de prótesis, la electrónica, carpintería
digital, la artesanía y hasta el negocio de la alta costura.
Tecnología de punta
El Fab Lab (acrónimo del inglés Fabrication Laboratory) es un espacio de producción de objetos físicos a escala personal que agrupa máquinas controladas por ordenadores, capaces de fabricar casi cualquier cosa que imaginemos. Su particularidad reside en su tamaño y en su fuerte vinculación con el entorno social.
La iniciativa existe en muchos países latinoamericanos. La idea original nació en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y permite plasmar en un dispositivo digital la idea de un determinado producto que puede ser innovado o que aún no existe y concretarla en físico a través de la tecnología disponible. Medina explicó que el centro cuenta con impresoras industriales en tercera dimensión o 3D, prensadoras en 3D, cortadora de muebles, cortadoras láser, cortadoras de vinilo, una estación eléctrica, máquinas para fabricar moldes, entre una gama de equipo industrial digital.
José Luis Rivera, especialista en maquinaria digital, explica que el total desarrollo del Centro está trazado bajo tres componentes estratégicos: educación tecnológica, investigación-desarrollo y un componente social que será uno de los principales pilares del programa, ya que incluye la puesta en vigencia de al menos 12 proyectos que están en etapa de análisis.
Concebido como una herramienta para promover la transformación empresarial en el país, el Centro de Innovación Tecnológica o Fab Lab CCIT, permitirá la reinserción económica y rehabilitación física de jóvenes migrantes retornados con mutilación de brazo y antebrazo. Recién instalado por la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), el laboratorio de formación técnico-empresarial tuvo un costo de tres millones de lempiras y está equipado con tecnología avanzada.
El Fab Lab CCIT, “donde el único límite será la imaginación”, tendrá una política de puertas abiertas para que emprendedores, pequeños, medianos y grandes empresarios y, sobre todo, jóvenes estudiantes, puedan crear, innovar y desarrollar prototipos de nuevos productos mercantiles.
| Sépalo
Una impresora 3D realiza réplicas de diseños para las piezas.
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Tecnología de punta
El Fab Lab (acrónimo del inglés Fabrication Laboratory) es un espacio de producción de objetos físicos a escala personal que agrupa máquinas controladas por ordenadores, capaces de fabricar casi cualquier cosa que imaginemos. Su particularidad reside en su tamaño y en su fuerte vinculación con el entorno social.
La iniciativa existe en muchos países latinoamericanos. La idea original nació en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y permite plasmar en un dispositivo digital la idea de un determinado producto que puede ser innovado o que aún no existe y concretarla en físico a través de la tecnología disponible. Medina explicó que el centro cuenta con impresoras industriales en tercera dimensión o 3D, prensadoras en 3D, cortadora de muebles, cortadoras láser, cortadoras de vinilo, una estación eléctrica, máquinas para fabricar moldes, entre una gama de equipo industrial digital.
José Luis Rivera, especialista en maquinaria digital, explica que el total desarrollo del Centro está trazado bajo tres componentes estratégicos: educación tecnológica, investigación-desarrollo y un componente social que será uno de los principales pilares del programa, ya que incluye la puesta en vigencia de al menos 12 proyectos que están en etapa de análisis.
