18/04/2024
01:53 AM

La 'minería urbana” a la caza de computadoras y celulares

En la última década, la empresa Recacel ha exportado mil toneladas de residuos eléctricos y electrónicos.

San Pedro Sula, Honduras.

Un teléfono móvil, una computadora de escritorio o una laptop en desuso esconden infinidad de valiosas piezas que resultan ser muy cotizadas en el mercado.

Pese a resultar una solución valiosa para industrias y hogares que cada año desechan toneladas de este tipo de aparatos, en Honduras son escasas las empresas dedicadas al reciclaje de residuos eléctricos y electrónicos.

La tarea de aprovechar estos recursos corresponde a quienes han empezado a llamarse mineros urbanos, cuya labor es más social y ambiental, que el interés de lucrarse.

La Recicladora Centroamericana ( Recacel) ha recolectado alrededor de 1,000 toneladas de materiales, entre placas de circuitos y las ha exportado a Corea del Sur (bajo el Convenio de Basilea), Estados Unidos y China.

Los interesados pueden buscar sobre ellos como Recacel en Facebook.
El interés de Walter López, gerente general de Recacel, inició a principios del 2000 cuando trabajaba en la reparación de celulares.

“En el año 2002 vinos que no habían técnicos en la reparación de celulares. Decidimos traer expertos de Venezuela, que nos llevaba años en este campo, para entrenar a nuestros empleados”, cuenta.

La gran demanda de la reparación de aparatos móviles provocó que la empresa acumulara residuos de los equipos que arreglaban.

“Llegamos a tener seis toneladas de celulares en mal estado. Nos hicimos famosos reparando celulares y agarramos contratos con las grandes empresas, pero teníamos la inquietud de qué hacer con todos esos aparatos malos”, recuerda Walter sobre la experiencia en el año 2006.

La empresa cuenta con profesionales en la gestión de residuos sólidos.
La búsqueda de información hizo que tanto su esposa como él comprendieran la gran industria y un gran problema ambiental de fondo.

Montar un negocio de este tipo fue difícil, los primeros cuatro años -entre 2007 y 2011- prácticamente fue una empresa subsidiada.

“Hacíamos labores, charlas y campañas en las empresas, escuelas y colegios enfocándonos en celulares. Luego ampliamos el radar al descubrir que la historia de las importaciones de equipos de radio y comunicación inició en 1928”, dice Walter.

Conciencia

La revolución tecnológica que atraviesa la s ociedad hondureña es evidente: en 1996 apenas había 1,736 líneas de teléfono móvil.

Para el año 2009 había 8.5 millones de usuarios, que superaba la población.

Las compra de residuos varía por peso en libras o en aparatos electrónicos grandes medido por unidades.
En el mundo, entre el 10 y 20% de los teléfonos móviles desechados son reciclados, sin contar que gran parte de los usuarios optan por almacenar estos dispositivos en cualquier parte de sus casas.

Honduras ha acumulado casi un siglo de aparatos que están enterrados bajo tierra liberando sustancias químicas. Por ejemplo, las baterías del celular contienen cadmnio, mercurio y litio que al ser mal desechadas contaminan hasta 80,000 litros de agua.

Una computadora está formada por más de 500 elementos, que provienen de la explotación de minas, para extraer estaño, hierro, paladio, plomo, acero, cobre, bronce, oro y más elementos.

Como contexto, para hacer un gramo de oro es necesario 3.8 toneladas de residuos.

“Cada circuito,transistor o capacitor tiene funciones diferentes y por ello lleva elementos diferentes, de los que muchos son químicos carcinogénicos”, advierte López.

La empresa compra para el reciclaje desde planchas, estufas, licuadoras, refrigeradoras, ventiladores, impresoras, hierro, cables, plástico de botella y una amplia gama de materiales. Los hondureños pueden contribuir en la minería urbana vendiendo sus residuos a Recacel, para contactar al 2551-2828.