Margaret Abbott, directora del Buró de Sucesión de la Empresas Familiares, empresa consultora, dijo en una entrevista a LA PRENSA, que solo el 30% de este segmento empresarial logran sobrevivir a la transición de una generación a otra. Por lo que animó a los emprendedores a enseñar a sus hijos, desde muy pequeños, sobre el funcionamiento de la compañía e inculcar la pasión por el negocio.
Creo que en este proceso tiene que ver mucho el talento de los emprendedores que dirigen las empresas. Por que las decisiones que tomen sobre el funcionamiento y administración serán determinantes para lograr profesionalizarse.
Es muy complicado. Las empresas que no trascienden a la siguiente generación, en un 60%, es porque los herederos no pudieron ponerse de acuerdo sobre la administración del negocio; un 15% porque no hay un sucesor, otro 15% por las condiciones adversas del mercado y el restante, 10%, se debe a diversas razones.
Las empresas deben preparar a los sucesores anticipadamente. Los emprendedores deben enseñar a sus hijos desde muy pequeños el amor por el negocio y que conozcan todos los procesos de cómo funciona.
Es imposible que el dueño decida cómo sus hijos van a administrar el negocio en un futuro, pero lo que sí pueden hacer es garantizar que lo mantendrán con vida al inculcar en ellos la pasión de lo que representa la compañía, por eso se debe involucrar a los herederos en todo lo concerniente al negocio.
Muy pocos. Lo más crítico es la transición de la primer a la segunda generación, ahí, se pierden la mayor cantidad de las empresas. Solo el 30% logran hacer el proceso exitosamente. Mientras, de ese porcentaje, solo el 10% pasan de la segunda a la tercera generación. Cuando se logra llegar hasta el tercer ciclo se vuelven una empresa estable, en su mayoría.
Creo que no hay un rubro específico; sino más bien, son aquellas empresas donde los empresarios se preocuparon por enamorar a la siguiente generaciónes e innovar. Las empresas familiares son muy importantes, representan la tercera fuerza económica mundial con una participación del 80% del total de los negocios existentes.
Primero, la profesionalización, ya que una vez que se realiza este paso se adquieren capacidades para entrar en un mercado más grande, y en segundo, una buena administración.
No, siempre hay una confusión en ese sentido. Es muy importante que el Gobierno haga una clasificación correcta para poderles ayudar más efectivamente.
Estas empresas están constituidas por un núcleo familiar, aquí no hay más socios.
Incluso una gran empresa puede entrar en la categoría de familiar.
De las 500 empresas más grandes del mundo, hay muchas que son familiares, porque responden a un apellido y han pasado de una generación a otra.
En Honduras la mayoría de las mipymes son empresas familiares. No hay una estadística exacta.