Los flujos de las remesas en Centroamérica mostraron un crecimiento en los dos primeros meses de 2017, producto de la incertidumbre migratoria en Estados Unidos, como parte de las promesas y políticas del presidente Donald Trump. Al respecto y sobre otros efectos habló Julián Laski, docente y consultor argentino, que estuvo de visita en el país para participar en el ciclo de conferencias de Unitec en San Pedro Sula.
La verdad es que el panorama es bastante desolador y negativo, sobre todo para los latinoamericanos que podemos llegar a sufrir. Por ejemplo, Trump no está haciendo nada que no sea lo que prometió, y ese es el problema. Estamos acostumbrados en nuestros países a que las campañas políticas son de muchas promesas incumplidas. En Estados Unidos, por lo menos esta vez, Trump está cumpliendo sus promesas en materia migratoria y económica.
Lo más probable es que finalmente Estados Unidos sí se cierre y priorice su mercado e industria local, y si lo hace el problema que vamos a tener todos los países que exportamos en gran medida a EUA es buscar nuevos mercados.
Ese es el gran temor. De hecho, si nos fijamos la balanza comercial entre Estados Unidos y Latinoamérica es deficitaria, es decir, EUA en realidad exporta más de lo que importa. Entonces el problema no es tanto cuánto le exportamos a ese país, porque le compramos más de lo que vendemos. El problema será si los demás bloques lo imitan, como Europa, China o India.
Latinoamérica exporta materias primas para todo el mundo. Si hay una caída generalizada en el precio de los commodities, seguramente nos veríamos afectados en cualquier contexto, no solo estando Trump, pero esto nos llueve sobre mojado. En otro contexto, uno más favorable, la caída de las materias primas podría ser coyuntural, que podría perjudicar, pero no tanto. Ha habido peores épocas, aunque ahora se da en un contexto en el cual las economías de una globalización que fue muy fuerte durante años tienden a seguir el camino inverso.
Lo de las remesas es un fenómeno realmente extraño. Es cierto que CA depende en gran parte de las remesas. El tema es por qué incrementó fuertemente en estos primeros dos meses y cuáles son las perspectivas. No importa tanto lo qué pasó en el pasado reciente, a lo que se vive ahora. Lo que ocurrió es una consecuencia clara del temor. Las remesas aumentan porque toda la masa de emisores de remesas tienen miedo de lo que pueda pasar. Ante el temor de no saber lo que pueda pasar en el futuro ahora envían todo el dinero que pueden. Sin embargo, la perspectiva es de un declive, fundamentalmente por la política de migración discriminatoria.
Honduras no puede considerar las remesas como una cuestión transitoria, al contrario, es una cuestión sistemática de su economía. Por lo tanto, la preocupación es mayor, porque sin dudas que no solo las reservas internacionales, sino que en gran parte toda la economía depende de las remesas. Vamos a ponerlo en términos sencillos, si hay menos remesas, hay menos gente con capacidad de consumismo porque viven de lo que reciben del exterior.
La maquila de Honduras tiene buena perspectiva, porque no hay forma que EUA compita en mano de obra, pues no tendrán costos similares a los de Centroamérica. La situación, aunada a la salida de los tratados comerciales, puede favorecer a Honduras.