Cualquiera puede sufrir un revés financiero, pero cuando esto sucede en un momento inoportuno nos puede empujar hacia una complicada situación de insolvencia que arruine nuestro historial de crédito.
Así, muchas personas acumulan una deuda tras otra sin tener realmente la capacidad de honrarlas todas hasta llegar a un momento en que el peso de la deuda se vuelve insostenible
Afortunadamente existen opciones que nos pueden ayudar a mantenernos a flote cuando azota la tormenta financiera y una de tales opciones es la consolidación de deuda.
El concepto básico de consolidar deudas es la idea de obtener un financiamiento suficiente como para cancelar las diferentes deudas individuales, quedando únicamente la deuda que se contrajo para saldar las otras.
Ventajas y precauciones
Guillermo Altamirano, economista de profesión y experto financiero, explica cuáles son algunas de las ventajas que ofrece una consolidación, a la vez que advierte sobre algunas situaciones que conviene tener en cuenta.
“La ventaja, obviamente, es el alivio del monto a pagar”, dice Altamirano, pero también conlleva a menudo el pago de tasas de interés más bajas y plazos de pago más largos y cuotas más fáciles de manejar.
Sin embargo, aunque la consolidación sea una buena solución, hay que dar consideración a ciertos aspectos. El economistas recomienda hacer un buen análisis y recomienda no alargar innecesariamente el plazo de la deuda. “Algunos dicen ‘deme el mayor plazo’” dice, una decisión que se basa en parte en la creencia que a mayor plazo, menor cuota, pero Altamirano nos recuerda que si alguien tiene “otros proyectos”, quizá tenga que posponerlos por “seguir endeudado”.
Hay que mencionar que la opción de consolidar la deuda no es para todo el mudo, pues como explica el experto, mucho tiene que ver el historial previo del cliente. Si este es consistentemente bueno, la institución que lo socorra no pondrá mayores reparos para hacerlo, pero si su historial sufre de constantes problemas, el banco tiene pocos motivos para creer que si no les ha pagado a otros, sí les pagará a ellos.
“Esas son situaciones que pueden darse”, comenta Altamirano, que la persona que consolide sus deudas termine por dejar de pagar la consolidación.
En estos casos el experto recomienda actuar con prontitud. “En ese momento, en el que su récord crediticio es muy bueno, actuar y (explicar) ‘tengo este problema’” y encontrar una solución entre ambas partes que garantice el pago de la deuda.
Y en caso de que se los estés preguntando, las instituciones financieras en algunos casos se entienden directamente con los acreedores de la persona que consolida sus deudas, en lugar de darle el dinero a él. Después de todo, el objetivo de la consolidación es asegurar que la única deuda que quede es ella misma.
