San Pedro Sula, Honduras.
Como Oneyda Caballero son cientos los hondureños que cada año deciden buscar en Estados Unidos oportunidades, empleo y mejor calidad de vida.
“Mi hermano fue uno de los tantos que ha muerto por la violencia en el país”, contó a LA PRENSA la hondureña de 34 años a través de una conversación telefónica.
Desde hace tres años vive en EUA y ha logrado trabajos en una bodega empacadora de verduras, luego en una compañía de pollos y después un empleo en un restaurante.
De los ingresos que recibe, una parte la envía en remesas a un hermano.
“La mayoría de los hondureños están preocupados, pero en lo personal, yo no. Estoy clara que no soy de aquí y aunque me gustaría quedarme, los planes de Dios son perfectos”, refiere Oneyda sobre la incertidumbre de miles de inmigrantes con respecto a la administración del presidente Donald Trump que iniciará el 20 de enero.
Las remesas enviadas en 2016 sumaron $3,958.7 millones, un crecimiento interanual de 6.2%, informó el Banco Central de Honduras.
Las remesas representan alrededor del 17% del producto interno bruto (PIB).
Las autoridades económicas han fijado como meta que las remesas en 2017 superen los $3,700 millones.
“Hemos hecho algunas estimaciones para ver cuál es la resistencia de la economía en cuanto a un shock externo de esa naturaleza. Vemos que si el flujo de remesas se mantiene, aunque no suban, prácticamente creceríamos alrededor de 3.7% o 3.8%, que aunque no sea lo ideal, es aceptable”, refiere Manuel de Jesús Bautista, presidente del BCH, quien agrega que si las remesas cayeran un 20% representaría la baja de un 1% del PIB. El funcionario también dijo que 10 de los integrantes del gabinete de Trump son aprobados por el Congreso y el Senado, comprometidos con el desarrollo de EUA.
Como Oneyda Caballero son cientos los hondureños que cada año deciden buscar en Estados Unidos oportunidades, empleo y mejor calidad de vida.
“Mi hermano fue uno de los tantos que ha muerto por la violencia en el país”, contó a LA PRENSA la hondureña de 34 años a través de una conversación telefónica.
Desde hace tres años vive en EUA y ha logrado trabajos en una bodega empacadora de verduras, luego en una compañía de pollos y después un empleo en un restaurante.
De los ingresos que recibe, una parte la envía en remesas a un hermano.
“La mayoría de los hondureños están preocupados, pero en lo personal, yo no. Estoy clara que no soy de aquí y aunque me gustaría quedarme, los planes de Dios son perfectos”, refiere Oneyda sobre la incertidumbre de miles de inmigrantes con respecto a la administración del presidente Donald Trump que iniciará el 20 de enero.
Las remesas enviadas en 2016 sumaron $3,958.7 millones, un crecimiento interanual de 6.2%, informó el Banco Central de Honduras.
Las remesas representan alrededor del 17% del producto interno bruto (PIB).
Las autoridades económicas han fijado como meta que las remesas en 2017 superen los $3,700 millones.
“Hemos hecho algunas estimaciones para ver cuál es la resistencia de la economía en cuanto a un shock externo de esa naturaleza. Vemos que si el flujo de remesas se mantiene, aunque no suban, prácticamente creceríamos alrededor de 3.7% o 3.8%, que aunque no sea lo ideal, es aceptable”, refiere Manuel de Jesús Bautista, presidente del BCH, quien agrega que si las remesas cayeran un 20% representaría la baja de un 1% del PIB. El funcionario también dijo que 10 de los integrantes del gabinete de Trump son aprobados por el Congreso y el Senado, comprometidos con el desarrollo de EUA.