Honduras se cansó de la historia, se olvidó de las estadísticas, desafió a la lógica y llegó al estadio Azteca a derrumbar al mito en su más grande fortaleza.
Sin duda, si hay un momento clave para haber conseguido la clasificación al Mundial de Brasil 2014 fue ese 6 de septiembre en que la Selección hondureña pintó de azul y blanco y le puso cinco estrellas a la cancha del Coloso de Santa Úrsula.
Con un gol tempranero Oribe Peralta había puesto a ganar al Tri, pero en el segundo tiempo la Bicolor salió decidida a adueñarse de su destino y logró el empate con gol de Jerry Bengtson a los 63.
Pero lo mejor estaba por venir, cuando Carlo Costly, dos minutos después, marcó un golazo que “mató” a México. Ese fue el día que Honduras derrumbó el Azteca.