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El golazo de chilena de Raúl Jiménez provoca un desahogo y da oxígeno a México

  • 12 octubre 2013 /

El júbilo se implantó en el estadio Azteca, que celebró el primer triunfo de México en esta eliminatoria.

Distrito Federal, México.

Fue un grito de gol que retumbó en el estadio Azteca y en todo México, una catarsis colectiva, el grito de la esperanza, el tanque de oxígeno para que México dispute el cupo a Brasil 2014 en la repesca contra Nueva Zelanda en noviembre.

Jiménez controló el balón en la entrada al área grande, de espaldas a la portería del guardameta Jaime Penedo y se tiró una chilena para rubricar un golazo. El balón entro pegado la base del poste derecho del portero panameño y el júbilo se implantó en el estadio Azteca.

Panamá soñó por unos minutos con el empate en el Azteca, cuando Tejada marcó el 1-1 al 80. El silencio no invadió el Azteca, al contrario el '¡Si se puede!' mexicano llenó el escenario y los verdes se fueron por el segundo que con empuje consiguieron.

En el primer tiempo, Peralta controló en el área y ante la salida de Penedo mandó el balón por arriba y marcó el único gol al minuto 39.

El júbilo que explotó en el estadio pareció como si México hubiera capturado el boleto directo a Brasil 2014, pero apenas le sirvió para llegar a once puntos y asumir el cuarto lugar del hexagonal final de la Concacaf y con su futuro en sus manos.

Peralta, convertido en el héroe del Tri, como lo fue en la final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, marcó el primer gol que resultó igual que el segundo en cuanto a volumen de festejo.

Fue un partido tenso, por las circunstancias, obligados los dos equipos al triunfo, y lleno de imprecisiones en ambos lados.

México obligado a asumir el control del partido y Panamá esperando encontrar alguna ofensiva mediante un contragolpe o en jugadas a balón parado y lo consiguió, pero no fue suficiente.

Los locales jugaron la mayor parte del partido en la zona de los visitantes y éstos intentaron preocupar a los de casa en varios tiros de esquina pero no lo consiguieron.

Fue un partido para los de temple de acero, como el nuevo estratega de la selección mexicana, Víctor Manuel Vucetich quien, fiel a su costumbre, permaneció sereno y tranquilo aunque en los tantos se abrazó con sus auxiliares.

Los 90.000 aficionados presentes en el Azteca cumplieron con su parte. El grito de aliento '¡México, México!' fue constante y soportaron al filo del asiento los 94 minutos del partido.

Nervios, ansias, desesperación, intranquilidad, esa combinación de sentimientos reflejaron los aficionados en las tribunas del Azteca durante el partido, en el que la exigencia al árbitro fue la constante.

Hernández, en el minuto 58, ahogó un segundo grito de gol al fallar un penalti; Penedo se lanzó a su izquierda hacia donde mandó el balón el delantero mexicano y, para la fortuna local, ese alarido llegó al 85 con el golazo de chilena de Raúl Jiménez, con el que México dio un paso adelante en la eliminatoria.