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'Queremos mostrarle al mundo lo que puede hacer Honduras”

  • 20 marzo 2013 /

Roger Espinoza manifestó que en la Bicolor están 'listos para este reto, y con hambre de éxito”.

Roger Espinoza, mediocampista del Wigan Athelitc de Inglaterra, concedió una entrevista a la página web de la FIFA y cree que a la Selección Nacional de Honduras le espera una segunda participación mundialista consecutiva.

“Tenemos muchos buenos jugadores jóvenes, ya lo han visto en las Olimpiadas, están en condiciones de sustituir a los que se han ido”, apunta respecto a la selección hondureña que jugó en la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, lo que provocó la retirada del equipo nacional de jugadores como Amado Guevara, David Suazo y Carlos Pavón.

“Tenemos una gran oportunidad de ir a Brasil si nos mantenemos preparados psicológicamente”, añade, antes de advertir: “La última vez nos quedamos cortos, ahora queremos mostrarle al mundo lo que puede hacer Honduras”.

CONTRA MÉXICO

Honduras comenzó con el pie derecho en la hexagonal final de las eliminatorias ganando por primera vez en casa a Estados Unidos. Su siguiente rival es México y según Espinoza, “el mejor equipo de la Concacaf”.

“Va a ser difícil”, reconoce respecto al duelo que les aguarda el 22 de marzo en el estadio Olímpico de San Pedro Sula, el mismo escenario de los primeros tres puntos ante Estados Unidos, “aunque juguemos en casa”.

Cuatro días más tarde, el equipo hondureño jugará a domicilio, frente a Panamá, equipo en trayectoria ascendente y al que no lograron batir en dos partidos anteriores de la competición preliminar.

“Estábamos demasiado cómodos, y nos dejamos llevar por la confianza”, analiza Espinoza, con un tono de amenaza tácita en su voz. “Estamos listos para este reto, y con hambre de éxito”.

FIFA.com destaca a que Roger Espinoza, con su melena negra movida por la brisa, 'causó sensación por su velocidad y dinamismo en el estreno de Honduras en el Hexagonal. Una y otra vez recibía el balón en las proximidades de su propia área y se lanzaba de inmediato al ataque, o enviaba pases milimétricos al otro lado del campo, impulsando en todo momento a los catrachos, que acabaron cosechando una histórica victoria por 2-1 sobre Estados Unidos, con la que se sitúan líderes de la competición preliminar de la Concacaf'.

“No fui consciente de tener tanta posesión”, explica el futbolista del Wigan, de 26 años, refiriéndose a aquel encuentro del mes pasado, en el que sus muchos pases fueron bien encaminados y medidos, y le valieron ovaciones por parte del público local. Y sin duda se queda corto al añadir: “Pero sí me gusta participar en el juego, y creo que ganó el mejor equipo”.

SU LLEGADA A ESTADOS UNIDOS

Con sus incansables carreras y el gran estilo de que hizo gala, Espinoza causó estragos en un mediocampo estadounidense incapaz de conservar la pelota y que perdió el control del choque. Curiosamente, de no haber sido por un capricho del destino, el centrocampista bien hubiera podido vestir los colores de Estados Unidos aquella tarde en San Pedro Sula.

“Podría escribir un libro entero sobre cómo llegué a vivir en Estados Unidos”, bromea Espinoza, en un inglés con acento norteamericano. Un año después de que él naciese, su padre tomó una decisión: emigrar en busca de una vida mejor, del sueño americano.

“Tardamos once años en volver a estar juntos”, cuenta Espinoza.

Su padre, Aníbal, se marchó primero él solo a Estados Unidos, dejando en Honduras al resto de su joven familia. Mantuvieron el contacto a través de fotografías y por teléfono. Volvió una vez de visita cuando su hijo tenía cuatro años, y le trajo un balón de fútbol, aunque Espinoza no lo recuerda. Finalmente, en 1998, sus permisos de residencia fueron aprobados, y la familia volvió a reunirse, esta vez en Denver (Colorado), la ciudad ubicada una milla por encima del nivel del mar, junto a las célebres Montañas Rocosas.

UNA NUEVA VIDA EN UN NUEVO HOGAR

Roger obtuvo la nacionalidad estadounidense en 2008, pasó por el sistema educativo de su país de adopción (enseñanza secundaria y universitaria) y, lo que es más importante, siguió practicando el deporte que ya era su razón de ser en Honduras. Cuando firmó ese mismo año un contrato profesional con el Sporting Kansas City, equipo de la Major League Soccer (MLS), los ojeadores de la selección hondureña tomaron buena nota. Espinoza debutó en la Copa Centroamericana de 2009, despejando así las dudas acerca de qué país podría contar con sus servicios.

“Decidí jugar con Honduras porque me siento más hondureño que estadounidense”, admite Espinoza, quien ya ha disputado 27 partidos con su combinado nacional. Pero eso no significa que no tenga sentimientos encontrados. “Le deseo a Estados Unidos lo mejor, y espero que lo haga mejor que cualquier otro equipo… menos Honduras”.

Espinoza jugó a gran altura el año pasado en los Juegos Olímpicos, donde fue la punta de lanza de una joven formación hondureña que sorprendió al vencer a España y empatar con Japón, futuro semifinalista. Espinoza marcó en el partido de cuartos de final que los suyos perdieron ante Brasil, y en el que desplegó un fútbol brillante.

“Mentalmente, nos preparó como grupo”, dice respecto a la cita olímpica de Londres. “Ahora, la mezcla entre los veteranos y los jóvenes [en la selección] está funcionando muy bien”.

En el plano personal, también le ayudó a él, ya que llamó la atención de Roberto Martínez, entrenador del Wigan, quien dio a Espinoza la alternativa en un campeonato de la talla de la Premier League inglesa, donde ahora “juega contra los mejores”, recalca.