Cinco meses después de que puso fin a una sequía de 76 años para los británicos en los torneos de Grand Slam con una victoria en el Abierto de Estados Unidos, Andy Murray ingresó ayer a los cuartos de final en el Abierto de Australia con la posibilidad de lograr dos títulos grandes en fila.
Murray, 3er favorito, venció fácilmente al francés Gilles Simon por 6-3, 6-1, 6-3 en su cuarto triunfo al hilo en parciales consecutivos. En los cuartos de final enfrentará al francés Jeremy Chardy, sin clasificación en el torneo.
Simon, luego de una complicada victoria en cinco parciales sobre su compatriota Gael Monfils, no mostró resto para superar a Murray.
“Después de los primeros games no percibí una capacidad competitiva”, dijo Murray. “Ya en esta etapa de un Grand Slam uno está animado y preparado para una lucha complicada”.
En el horizonte de Murray aparece Roger Federer (2), quien le ganó al canadiense Milos Raonic (13) 6-4, 7-6 (4), 6-2 y mantiene vivas sus esperanzas de conquistar su 18vo título grande.
Federer y Murray se medirían en las semifinales si ambos ganan su próximo partido.
Serena Williams, que va por su tercer título grande seguido, tuvo un triunfo igualmente fácil ante Maria Kirilenko, con parciales 6-2, 6-0. En las semifinales podría toparse con la campeona del año pasado Victoria Azarenka, quien doblegó 6-1, 6-1 a Elena Vesnina.
“No esperaba llegar a la cancha y jugar tan bien esta noche”, dijo Williams. “Me dije algo así como ‘¡caramba!’ Vi que conseguí el 95% de los primeros servicios en el primer parcial. Me dije ‘¿quién es esta chica?’ No soy la de siempre”.
Williams ha perdido solo un partido desde que fue eliminada en la primera ronda del Abierto de Francia el año pasado. Desde entonces, ha ganado los torneos de Wimbledon, de los Juegos Olímpicos y del Abierto de Estados Unidos.
